A lo largo del embarazo, el médico te recomendará una serie de pruebas diagnósticas para asegurarse que tu hijo se desarrolla correctamente, como la ecografía. Otras solo se prescriben cuando el ginecólogo sospecha que algo puede ir mal y necesita más datos para corraborarlo, como la amniocentesis o el control del bienestar fetal. Te contamos cómo y cuándo se realizan.