Consejos de nutrición para embarazadas: dietas vegetarianas
Suplementos vitamínicos y de hierro, muy útiles
Las dietas vegetarianas provocan durante el embarazo un inadecuado aporte de nutrientes para las mujeres gestantes, sobre todo en aquellas que no ingieren ningún producto de origen animal.
¿Cuál es la causa? Normalmente las dietas vegetarianas no aportan los niveles adecuados de aminoácidos esenciales, calcio, hierro, vitamina B, vitamina B12 y vitamina D. Por ello, el hecho de seguir una dieta vegetariana puede acarrear defectos nutricionales de todos estos oligoelementos y macronutrientes.
El hecho de que la mujer embarazada siga una dieta vegetariana debe de ser conocido por su médico y ginecólogo para establecer los suplementos alimenticios adecuados, que complementen su alimentación y que permitan el desarrollo de una gestación saludable.
El embarazo y una dieta vegetariana no son ni mucho menos incompatibles, pero sí que supone una situación de riesgo de déficit nutricional que debe corregirse de la forma más temprana, incluso antes de conseguir gestación o en las primeras fases de la misma.
Cómo corregir la falta de nutrientes durante el embarazo
En las dietas vegetarianas existen déficits de proteínas, que se traducen en un déficit de aminoácidos esenciales. Estos aminoácidos no pueden encontrarse en productos de origen vegetal: pero puede corregirse su falta parcialmente tomando productos fortificados, aquéllos en los que se aumentan las cantidades normales que contiene cada producto de forma habitual.
Durante el embarazo, deberá favorecerse la ingesta de productos lácteos y los huevos, ya que van a ser la principal fuente de ingesta de proteínas en estas mujeres. Pero no todas las mujeres vegetarianas incluyen en su dieta huevos y leche, al ser alimentos de origen animal. En el caso de que nos encontremos ante una vegetariana estricta que excluya estos alimentos completamente, el hecho más importante para su gestación será el conseguir una ingesta de proteínas adecuada.
Fuentes de proteína vegetal
Dado que los productos animales son la principal fuente de proteínas, habrá que buscar los productos vegetales que más las contengan, por ello, ha de aumentarse la ingesta de legumbres, algas y de frutos secos.
En este último grupo, al no ingerir productos lácteos -altamente recomendados durante la gestación-, tendrán que suplirlos tomando sustitutos procedentes o derivados de la soja
Otro de los principales efectos del vegetarianismo es la posibilidad de déficit de determinadas vitaminas y oligoelementos, sobre todo la vitamina B 12 y el hierro, por ello la suplementación de las gestantes vegetarianas con vitamina B12 está justificada. Los suplementos de hierro son también muy frecuentes en estas mujeres, aumentando su administración en el segundo y tercer trimestre de gestación.
Debe además recomendarse que ingieran alimentos vegetales ricos en hierro y vitamina B como los frutos secos (las almendras), brócoli, lentejas, espinacas, levadura de cerveza, germen de trigo o de soja.