¿Qué 15 alimentos están prohibidos en el embarazo?
Pescado crudo, ciertos quesos, carne poco hecha, verduras mal lavadas...
En el embarazo tienes que preocuparte de proporcionar a tu bebé todos los nutrientes necesarios para que pueda crecer bien, y también debes evitar comer aquello que pueda causarle algún daño. Hay alimentos que una embarazada no debería comer porque pueden ser peligrosos para ella y su bebé.
Con la ayuda de Marta González Caballero, nutricionista y autora del libro "Manual de alimentación en el embarazo", te ayudamos a descubrir 15 alimentos que están prohibidos en el embarazo.
1 Quesos cremosos y no pasteurizados
¿Una tabla de queso? Si acudes a cenar con amigos y te proponen pedir una, asegúrate que no incluye algunos quesos. En el embarazo no conviene comer quesos brie, cammembert, feta, queso azul o queso fresco sin pasteurizar, a menos que te digan que sí han sufrido este proceso. "Pueden contener bacterias peligrosas como Listeria, responsable de causar listeriosis. Si la infección con la bacteria se produce durante el embarazo, cuando las defensas están debilitadas, puede haber riesgo de aborto por muerte fetal intrauterina y la aparición otras enfermedades, que se manifestarán en el bebé después del parto como afectaciones en el sistema nervioso", explica la nutricionista Marta González Caballero.
En el estudio Pregnancy-associated listeriosis, publicado en 2010 en Epidemiology and Infection, se señala que el queso elaborado con leche cruda es una causa bien definida de listeriosis y que se debe emplear leche pasteurizada para hacer queso.
2 La carne poco hecha o cruda
Cuando vayas a comer una hamburguesa y el camarero te pregunte: "¿Al punto o hecha?", responde sin dudar: "Bien hecha". La carne cruda o poco cocinada puede producir toxoplasmosis. Si la infección de toxoplasmosis tiene lugar por primera vez durante la gestación, puede transmitirla al feto a través de la placenta, poniendo en peligro su salud, e incluso su vida", afirma la especialista en Nutrición Marta González Caballero. Así que, si en los análisis que te hacen en el primer trimestre de embarazo señala que no has pasado la toxoplasmosis, entonces debes tener un especial cuidado.
Las consecuencias para el feto de que la madre se contagie de toxoplasmosis dependerán de la etapa del embarazo en que se produzca la transmisión: cuanto menos tiempo haya transcurrido desde el comienzo del embarazo, más graves serán los daños. La toxoplasmosis en el embarazo puede provocar retraso en el crecimiento intrauterino (CIR), aborto espontáneo, muerte del feto o afectaciones en cerebro, pulmones, ojos, hígado, músculos, corazón o tubo digestivo del niño. Para evitar la toxoplasmosis debes cocinar siempre la carne por encima de 65ºC.
La investigación Exposure to Toxoplasma gondii Through Consumption of Raw or Undercooked Meat: A Systematic Review and Meta-Analysis, publicada en Vector-Borne and Zoonotic Diseases en 2020 señala que cocinar adecuadamente la carne inactiva el parásito toxoplasma gondii y disminuye el riesgo de transmisión. Afirma que las personas que comen carne cruda o poco cocida tienen, más riesgo de infección en comparación con aquellos que cocinan bien la carne, independientemente de la especie animal que consuman.
3 Jamón serrano y embutidos
El jamón serrano y los embutidos, como el chorizo o el salchichón, se elaboran a partir de carne cruda pueden contener el parásito toxoplasma gondii. Además el cerdo es el animal que más lo trasmite. En cambio, en el embarazo puedes tomar fiambre como jamón York o lacón, dado que está cocido y no crudo.
Esta es una de las medidas que se contemplan en el artículo Toxoplasmosis during pregnancy: a case report and review of the literatura, publicado en 2008. “La carne debe cocinarse a 66 ° C (152 ° F) o más”, explica.
4 Los boquerones sin congelar antes
Si te ponen una tapa de boquerones mientras tomas el aperitivo con tus compañeros de trabajo, asegúrate bien que antes se han congelado durante cinco días a -20ºC (y para alcanzar esta temperatura se necesita un frigorífico de al menos tres estrellas). Los pescados crudos pueden contener un parásito llamado anisakis y cuando alguien ingiere uno de esos animales infectados crudos puede provocar fuertes dolores estomacales, vómitos… El anisakis directamente no causa ningún daño ni al embarazo ni al feto, pero sus síntomas pueden ser verdaderamente molestos e impedir que te alimentes y te nutras bien. "La inactivación de las larvas se puede garantizar por congelación o con la cocción, pero antes hay que lavar bien el pescado y sacar las vísceras tan pronto como sea posible", afirma la nutricionista Marta González Caballero. Esa es la razón de que haya que congelar el pescado cinco días A -20ºC. "Pero la mejor manera de prevenirlo es cocinar el pescado a una temperatura mayor de 60º durante 10 minutos", añade.
5 El sushi
¿Eres una amante del sushi? En ese caso, sentimos darte malas noticias porque en los nueve meses de embarazo conviene que elijas pescado ya cocinado. "No es recomendable consumir ningún pescado crudo ya que puede alojar parásitos como el anisakis", afirma la nutricionista Marta González Caballero. Evítalos, a no ser que estés completamente segura que han estado congelados a -20º C durante 24 horas o más.
6 La mayonesa y las salsas caseras
No lo vamos a discutir: la mayonesa casera está mucho más rica que la industrial, pero en el embarazo, no es la más indicada. Los huevos crudos pueden contener una bacteria llamada salmonella. Aunque en general no afecta directamente a la gestación ni pone en peligro al feto,los síntomas de la salmonelosis (fiebre alta, vómitos, diarrea) pueden ser muy molestos, sobre todo en el embarazo. “Existen estudios de casos de bacteria Salmonella que causan una infección del líquido amniótico (el líquido que rodea al bebé durante el embarazo). Si bien es raro, esto puede conducir a un aborto espontáneo”, se afirma en un documento publicado en la Natrional Librery of Medicine. Los huevos y los productos que contienen huevo crudo, como la salsa holandesa o el aderezo para la ensalada César, se encuentran entre las categorías de alimentos que pueden causar mayor riesgo de salmonelosis. Opta por las salsas elaboradas por la industria alimentaria, ya que utilizan huevos pasteurizados.
7 Repostería con huevos crudos
En muchos postres caseros se utiliza huevos crudos, como las cremas para el relleno o el tiramisú, lo que conlleva riesgo de contraer salmonelosis. Pero si no quieres renunciar a estos pequeños placeres puedes utilizar huevo pasteurizado, a la venta en comerciales especializados en alimentación.
8 Pescados grandes
Lo has oído muchas veces: en el embarazo conviene incrementar la ingesta de pescado. ¡Pero cuidado, no de todos! Algunos acumulan en su carne importantes cantidades de mercurio. "Este tipo de pescado grande durante el embarazo puede provocar a la madre daños renales y también puede verse perjudicado el sistema nervioso, pulmones y riñones del bebé. Si las cantidades son demasiado elevadas puede verse afectada la visión y audición", afirma Marta González Caballero. Los pescados que más concentraciones de mercurio son las especies más grandes y depredadoras (las que se alimentan de otros pescados) porque tienden a contener mayores rastros de contaminación: tiburón, pez espada, caballa, atún y blanquillo.
Según la investigación Prenatal exposure to mercury in a prospective mother–infant cohort study in a Mediterranean area, Valencia, Spain, publicado en Science of the Total Envioronment en 2008, los recién nacidos de un área mediterránea presentaron niveles elevados de mercurio en la sangre del cordón umbilical que se relacionaron con la ingesta materna de peces, particularmente en el caso de grandes especies de pescado azul.
9 Ahumados y marinados
La bacteria Listeria se encuentra muy presente en nuestro entorno y que tiene la particularidad de sobrevivir a grandes cambios de temperatura (desde 5ºC hasta 60ºC). Por ello, es un patógeno muy resistente. Los alimentos ahumados y marinados, tanto de pescados como de carne, pueden contenerla intacta, ya que la única forma de destruirla es cocinando bien los alimentos, por encima de esos 60ºC. El proceso de ahumado o marinado no utiliza el calor, por lo que el alimento permanece crudo. Conclusión: no te conviene consumir ahumados y marinados durante el embarazo.
10 Patés o foies hechos en casa
Para evitar la infección por Listeria, se recomienda cocinar muy bien todos los alimentos. Los patés y los foies, si no están pasteurizados (lee bien las etiquetas, pero generalmente los que se comercializan sí lo están) son muy peligrosos. Así que rechaza los patés o foies sin pasteurizar. En lo restaurante pregunta al chef por el proceso de pasteurización. Si te dice que lo hacen ellos mismos, por mucho que te gusten, no los comas.
11 Ensaladas sin desinfectar
Las verduras son sanísimas en el embarazo y crudas mantienen todas sus vitaminas. Pero también pueden "contener virus como la hepatitis, bacterias como la Listeria, salmonella o E. Coli o parásitos como el toxoplasma", como afirma la nutricionista Marta González Caballero. Así que si optas por una buena ensalada, asegúrate de que las hortalizas se han lavado con algún desinfectante para uso alimentario. Como este punto es difícil de averiguar en algunos restaurantes, mejor opta por un plato de verdura cocida. Y en casa, usa siempre este tipo de productos desinfectantes, de venta en supermercados.
12 Los brotes germinados crudos
Los brotes germinados crudos son una gran fuente de nutrientes… y de bacterias que no se eliminan con el lavado, como E. Colli y Salmonella. Durante el embarazo debes tener ciertas precauciones y cocinarlos para consumirlos. De esta forma, se eliminan las posibles bacterias presentes.
13 Ostras crudas
Si quieres celebrar por todo lo alto tu embarazo, ten mucho cuidado con lo que pones en la mesa: Algunos alimentos considerados como auténticos manjares no debes ni probarlos, como las ostras. Las ostras, al que se le atribuyen poderes afrodisiacos, contienen dentro de su concha bacterias y gérmenes que normalmente se eliminan con la cocción, pero la gracia de la ostra es comérsela cruda; así que los gérmenes se quedan tan frescos por mucho limón que se le eche. Cuando nazca tu bebé, podrás hartarte a comer ostras.
14 Alcohol
"Durante el embarazo es recomendable abstenerse de tomar alcohol. Las investigaciones demuestran que tomar alcohol durante el embarazo causa daño al bebé dentro del útero y puede llevar a problemas médicos prolongados en el niño después de su nacimiento", explica la nutricionista Marta González Caballero. ¿Ni una copa? Ni tan siquiera eso. Se sabe que el alcohol afecta a la absorción, metabolismo y excreción de nutrientes como el zinc, el magnesio, el cobre o el hierro, por lo que su consumo puede afectar los niveles de esos elementos en la gestación. Además atraviesa la placenta y el riesgo de aparición de síndrome alcohólico fetal es elevado.
15 El café, con moderación
Muchos estudios afirman que el café tomado con moderación no es perjudicial durante el embarazo. Pero "siempre que no haya contraindicaciones como en el caso de la hipertensión arterial o preeclampsia", como señala la experta en Nutrición Marta González Caballero. Puedes tomar 200 mg de cafeína diarios, que equivale a dos tazas de café al día, Pero debes tener en cuenta que otras bebidas también lo contienen, como los refrescos de cola, el té, el chocolate… Abusar de la cafeína puede provocar aborto y bebés de bajo peso. El estudio A meta-analysis of risk of pregnancy loss and caffeine and coffee consumption during pregnancy, publicado en 2025, analizó 26 estudios y concluyó que el riesgo de aborto aumentaba un 8% cuando se tomaban más de dos tazas de café al día.
Asesora:
Marta González Caballero, nutricionista y autora del libro Manual de alimentación en el embarazo.


