Cuándo y cómo debo sentir a mi bebé en la tripa
Una de las sensaciones más bonitas durante tu embarazo es cuando empiezas a notar los primeros movimientos de tu bebé dentro de ti. Se entabla una relación íntima, algo inexplicable para el resto del mundo, un momento "tú y yo" tan especial que cada vez que se produzca te va a dibujar una sonrisa de felicidad sin que te des cuenta. Pero, como todo durante la gestación, la gente que se encuentra a tu alrededor pregunta: ¿Lo has empezado a notar ya? ¿Cuánto se mueve? ¿Te puedo tocar la tripa para ver si lo noto yo?... Y tantas, tantas cosas que puede crearte un poco de estrés innecesario. Si sabes de antemano cuándo y cómo tienes que notar a tu bebé, no se producirá esa sensación de estrés. Comenzaremos a intentar resolver las dudas previamente expuestas por orden. En primer lugar, ¿cuándo se deben empezar a percibir los movimientos del feto? El bebé en fase de embrión se comienza ya a mover, pero claro está, es tan pequeñito que no puedes notar estos movimientos. A medida que va aumentando su tamaño y fuerza es cuando vas a empezar a notarlos. Esto suele ser, por lo general, entre las 16 y 22 semanas de gestación. Esta variabilidad se debe fundamentalmente a las condiciones obstétricas y anatómicas de las futuras mamás. Si es el primer embarazo, no vas a saber que ese movimiento de burbujas dentro de tu vientre o mariposas aleteando en tu interior es tu bebé moviéndose; claro está que en mujeres con gestaciones anteriores ya pueden identificar estas sensaciones muy rápidamente; al igual que aquellas gestantes que son más delgadas. Si no percibes movimientos fetales Es importante reseñar que no percibir los movimientos fetales durante un día no es un marcador de alarma antes de la semana 26 , puesto que depende del nivel de actividad materno fundamentalmente y no del bienestar del bebé. El número de movimientos, volteretas, golpes, presión, desplazamiento de algún miembro… es lo normal durante el embarazo, pero también es un tema muy discutido dentro de la Obstetricia. En los protocolos que se manejan en el momento actual dentro de los especialistas, se podría aceptar que una percepción de menos de tres movimientos por hora durante dos horas consecutivas, justifica que acudas a la consulta de tu Obstetra o al servicio de urgencias más próxima, para la realización de una monitorización fetal o un control ecográfico y, de esta manera, quedarte tranquila escuchando o viendo el corazón de tu bebé latiendo. Si no percibes los movimientos de tu feto, quédate en un ambiente tranquilo, sentada o tumbada del lado izquierdo, intenta relajarte, ponte una música que te guste o la que estés acostumbrada a escuchar durante el embarazo, y disfruta de las pataditas de tu bebé; no te olvides de comer algo si hace mucho tiempo que no ingieres alimentos sólidos.
Manipular el abdomen genera contracciones Por último, sólo tú eres la persona que puedes determinar quién y cuándo quieres que te toquen tu tripa, tu bien más preciado. En ciertas ocasiones, somos los obstetras quiénes indicamos o, mejor dicho, prohibimos que la gente y la propia mamá se manipule el abdomen, puesto que se estimula el músculo uterino y puede iniciar, si es de manera incesante, la generación de contracciones. Disfruta de este momento, esta instantánea, que sólo tú vas a poder disfrutar, este cielo donde sólo tú te vas a poder encontrar con tu ángel.