Cómo afecta el cambio de hora a la embarazada
Los ciclos circadianos están presentes en la biología de todos los seres vivos y por tanto también afectan a las embarazadas. Este ritmo circadiano o reloj biológico podría definirse como una programación interna que tiene cada ser humano y que nos invita a estar despiertos por el día y a dormir por la noche. La regulación de este ciclo es hormonal y depende de la luz solar.
Embarazada en pleno cambio de hora
Cuando se acerca al amanecer, la luz del día, se favorece la secreción de determinadas hormonas como los corticoides o la serotonina y se crea un estado de despertar y alerta. Cuándo anochece, la disminución de la secreción de estas hormonas desaparece y por el contrario aumenta la producción de otra hormona, la llamada melatonina, que va a ayudar al estado de adormecimiento y el sueño nocturno. Ahora los días tienen menos horas de luz y estamos muy cerca del cambio horario de otoño. En el cambio de primavera, el organismo se prepara para una mayor exposición a los rayos del sol.
Ciclos circadianos y fertilidad
Un estudio publicado en el 2012 observó el efecto que los distintos ciclos de vigilia tenían sobre la fertilidad. Sometían a ratones hembras a diferentes ciclos de luz intentando imitar los turnos laborales de las mujeres. Este estudio permitió comprobar que la capacidad reproductiva de aquellos ratones cuyas horas de exposición a la luz imitaban a las jornadas laborales por turnos, o los que simulaban un turno nocturno, tenían una menor capacidad de embarazo.
Durante la gestación, el ritmo circadiano no cambia, pero se ve alterado por la secreción hormonal. Las molestias nocturnas, la incapacidad para conciliar el sueño, los múltiples movimientos de la embarazada y del propio bebé, e incluso el levantarse para ir al baño, pueden desencadenar que aumente la secreción de las hormonas del despertar. O que estas hormonas actúen a media noche y generen un estado de vigilia. Por ello, muchas mujeres embarazadas tienen el denominado despertar precoz: son gestantes que concilian el sueño sin problemas, a mitad de la noche despiertan y no son capaces de volverse a dormir.
Tus ritmos están alterados tras el parto
En el posparto estos ciclos circadianos pueden verse aún más alterados, ya que los horarios poco habituales relacionados con la lactancia y con el cuidado del bebé pueden impedir que se consiga un descanso nocturno bueno. Puede aparecer el insomnio, que habitualmente se resuelve en pocas semanas.
Una mujer embarazada debe de intentar mantener unos hábitos saludables para regular de una forma adecuada los estados de sueño y vigilia. Proponemos estos consejos básicos que te pueden ayudar a descansar bien:
- Levántate siempre a la misma hora, relativamente temprano, cuando amanece.
- Acuéstate de forma que puedas dormir al menos ocho horas: de este modo el ciclo hormonal se acopla con el ciclo real.
- Mantén una vida activa para sentirse cansada y poder descansar mejor.
- Busca posturas cómodas para poder dormir.
- Evita acostarte recién cenada para evitar el reflujo gastroesofágico, muy molesto y un gran enemigo del sueño.