Cómo preparar tu embarazo en otoño
¿Te estás planteando preparar tu embarazo este otoño? Es un periodo de cambio, de estreno, de nuevos proyectos e ilusiones, y muchas mujeres se plantean una nueva gestación. Es un periodo ideal para ello, ya que un embarazo en septiembre desembocará en un parto en junio, sin duda una buena época para ello.
La futura mamá tendrá en esta época más facilidad para establecer unos cuidados rutinarios, tanto en alimentación como en ejercicio, sueño, visitas médicas… que tanto agradece un embarazo. Durante el verano, con las vacaciones y viajes, estas rutinas de cuidados suelen alterarse y es un hecho que puede pasar factura. El cambio de luz y temperatura propios de estas fechas, invitan a la relajación y favorecen un mejor descanso nocturno.
Cuidar tu alimentación en otoño es cuidar tu embarazo
En cuanto a la alimentación otoñal, se caracteriza por la vuelta a las legumbres y platos de cuchara, como cremas y guisos. Las verduras de temporada son ideales para la embarazada, por su elevado contenido en folatos, vitamina C y fibra, además de otros muchos nutrientes beneficiosos. Son las verduras de hoja verde, como las acelgas y espinacas, el Kale y la col, calabaza, berenjena y puerro. También las frutas como manzanas, mandarinas, peras, granadas y arándanos, muy ricas también en vitamina C, que ayudara a fortalecer nuestras defensas.
No te olvides de los frutos secos, como las nueces, cuyo consumo moderado aporta incalculables beneficios para la salud. Y si hay un fruto que asociamos especialmente con el otoño, este es, sin duda alguna la castaña, que puedes consumir con libertad durante el embarazo por sus múltiples beneficios. Rica en hidratos de carbono y vitaminas y baja en grasas, nos proporciona energía de calidad y nos sacia sin aportar demasiadas calorías. Te recomendamos, eso sí, que las consumas asadas o cocidas, ya que así serán más fácilmente digeribles.
Toma ácido fólico tres meses antes de concebir
Si estas plateándote un embarazo, recuerda la recomendación universal de comenzar a tomar ácido fólico desde al menos tres meses antes de la concepción (lo que previene ciertas malformaciones fetales como la espina bífida), llevar una alimentación sana y equilibrada que incluya todos los nutrientes esenciales, y evitar el consumo de tabaco y alcohol.
Si presentas alguna carencia nutricional, o tu dieta no es equilibrada, consulta con tu médico, ya que probablemente será conveniente que precises algún complemento vitamínico especial o un suplemento adaptado al embarazo, para asegurar que tomas las cantidades necesarias de nutrientes de cara al adecuado desarrollo del bebé.
Recuerda también que si padeces alguna enfermedad crónica, y sobre todo si precisas algún tratamiento farmacológico para ella, debes consultar previamente con tu médico y con el especialista que lleva tu enfermedad, el deseo de un embarazo. Es importante que este embarazo se produzca en las mejores condiciones de salud posibles, y con el menor riesgo de complicaciones. A esto se le llama consulta preconcepcional.
¡Bienvenido el otoño y bienvenidos los nuevos embarazos!