¿Ir al dentista durante el embarazo es peligroso?
!Es tan típico en la consulta que una mujer embarazada se preocupe y pregunte sobre el riesgo que tiene de sufrir su dentadura durante el embarazo! O incluso sobre la posibilidad de perder piezas dentales, sobre el aumento de caries…
Pero hay que decir que la frase de "cada embarazo cuesta un diente" podemos clasificarla como un mito. Las necesidades de calcio del feto para su desarrollo y crecimiento no serán conseguidos en ningún momento a través de los dientes maternos, sino a través del calcio ingerido en la dieta o en casos extremos, del metabolismo óseo de la gestante, es decir, de sus huesos. Fuera del mito de la pérdida del calcio, la realidad es que el embarazo es un proceso durante el cual la salud dental de una mujer se ve comprometida.
Embarazo: Por qué sufre la salud bucal
En primer lugar se debe a la disminución de las defensas naturales de toda embarazada, una depresión fisiológica de su inmunidad, que van a favorecer la aparición de caries y de enfermedad de las encías o gingivitis. En segundo lugar, la aparición de vómitos durante el embarazo, y la presencia de ácidos gástricos en la cavidad oral van a favorecer la alteración del esmalte dentario y van a promover su pérdida y la aparición de enfermedad dental. El reflujo esofágico, si aparece, sobre todo en los últimos meses de embarazo, puede también favorecer o empeorar este proceso.
La enfermedad que aparece en las encías es más típica de la segunda mitad de embarazo, y para evitarla podemos combatirla principalmente realizando e intensificando una buena higiene dental. Del mismo modo, evitando el consumo de dulces y azúcares podemos prevenir su aparición, contribuyendo además a la dieta saludable de la mujer gestante.
Si hay tratamientos dentales en el embarazo...
En el caso de que sea necesario un tratamiento odontológico durante el embarazo hay que conocer varias consideraciones. Por un lado, la mayoría de los tratamientos van a precisar del empleo de analgésicos o anestésicos locales. Estos fármacos son seguros si se emplean durante el embarazo, ya que no tienen un efecto a nivel sistémico y por lo tanto no van a alcanzar la circulación materna ni van a cruzar la placenta ni llegar al bebé. Su empleo debe de evitarse únicamente en el primer trimestre de gestación.
Por otro lado, en muchas ocasiones es preciso el empleo de aparatos de Rayos X para el diagnóstico de una enfermedad dental. En estos casos, la radiación empleada es muy baja, y su proyección está lejos del abdomen materno, por lo que en general se consideran elementos muy seguros durante el embarazo, y pueden emplearse preferentemente a partir del segundo trimestre de embarazo. Aun así, el empleo de radiaciones ionizantes (y los rayos X se clasifican como tal) debe de evitarse en toda mujer embarazada. Cuando su empleo es obligado, debe de intentar demorarse al segundo o tercer trimestre de embarazo, donde sus efectos perjudiciales en el caso de aparecer, serían mínimos.
Por último, muchos procedimientos llevan asociados el empleo de un fármaco antibiótico para evitar infecciones posteriores. Existen múltiples fármacos antibióticos permitidos durante toda la gestación y que por lo tanto son seguros para la madre y el hijo. Pregunta a tu odontólogo u obstetra, ellos sabrán aconsejarte.