La pareja, ¿indispensable a la hora de ser madre?

Hace relativamente poco tiempo, esta pregunta tenía una fácil y rápida respuesta, pues está claro que es indispensable contar con una pareja para poder tener un bebé. Pero, en el momento actual, la ciencia ha evolucionado de manera tan importante que es posible cumplir tu deseo de ser madre aunque no tengas una pareja con la que desees tenerlo, o bien dicha persona sea de tu mismo sexo. Las técnicas de fertilización in vitro han permitido que un porcentaje nada desdeñable de mujeres en estas circunstancias puedan cumplir el sueño más importante de su vida, gracias a la donación de semen y a la fertilización in vitro.

Tomar la decisión de ser madre soltera no es fácil. Te enfrentas a un camino largo, pero sobre todo intenso, lleno de consultas, pruebas y tratamientos de los que antes no habías oído hablar y ahora te vas a convertir en una auténtica experta. La verdad es que aunque no tengas un brazo en el que sostenerte continuamente, en los momentos en los que flaquees seguro que tienes a alguien que te brinda una sonrisa y una compañía permanente.

La familia o las amistades en estos momentos son el apoyo más incondicional y también necesario del que debes echar mano. ¡¡No te hagas la fuerte!! Todo el mundo que te rodea sabe que eres no fuerte, sino "superfuerte", y si no, lo sabrá tras el paso del tiempo y cuando vean tu tripita crecer y crecer.

Un momento muy especial, es el día del parto, incluso los días previos. En caso de que tengan que inducírtelo, no vayas sola: es fundamental que tengas a alguien al que puedas expresar tus dudas más personales, tus miedos y tu felicidad. Eso es lo más importante, compartir el momento más feliz de tu vida con la gente que te ha ayudado a llegar a él.

Bebé con o sin pareja Aunque el número de madres solteras cada vez es más numeroso, lo más habitual es que exista una pareja con la que se haya creado el sueño y posteriormente los cimientos hasta llegar al nacimiento del recién nacido. Si este es tu caso, es de gran importancia hacer partícipe a tu pareja de todo el control del embarazo, pero no sólo porque él o ella lo necesite, sino porque tú lo necesitas. Tú quieres que se preocupe por ti, que te apoye, que te entienda con cada incógnita o temor que se te presenta, que te escuche,… pero cómo lo va a hacer si no se lo cuentas.

Hay veces que el embarazo puede llegar a convertirte en una persona un poquito egoísta: "Yo soy la que estoy embarazada, por tanto mis problemas y mis alegrías son sólo mías". Si te detienes a pensar en esta frase, te darás cuenta de lo cruel que es. Estás esperando un bebé, tú bebé, porque es una ilusión, un proyecto común; por tanto, tú bebé pasa a ser vuestro bebé, con todo lo que ello significa. Tienes mucha suerte de haber conseguido encontrar a esa persona ideal para compartir la ardua misión de criar a un nuevo ser vivo, educarle y darle unos valores para que se convierta en una buena persona.

La verdad es que en ambos casos, qué suerte tenemos las mujeres: podemos ayudar a dar vida. Disfruta del acto más especial de la naturaleza, apoyándote en la gente que te quiere, bien sea tu familia, tus amigos o tu pareja; al fin y al cabo son los que están a tu lado en cada momento.