No me quedo embarazada, ¿qué puedo hacer?
Esta pregunta es una de las más frecuentes de las que se producen en la consulta preconcepcional o de cualquier ginecólogo. Toda pareja que ha considerado la oportunidad de por fin decidir buscar un bebé, se encuentra con una dificultad con la que normalmente previamente no se había contado: que el embarazo puede no ser tan fácil o tan rápido como se pensaba.
Pasan los meses y la menstruación llega periódicamente, arrastrando así ilusiones y sueños. Aparecen los momentos de desesperación, nerviosismo, estrés e incluso preocupación por la salud de cada uno. ¿Me pasará algo? ¿Lo estaremos haciendo bien? ¿Estoy preparada realmente…? En esta situación tenemos que diferenciar lo que es el tiempo normal de espera para conseguir una concepción y el tiempo a partir del cual se considera apropiado comenzar un estudio médico.
El embarazo a la primera no es fácil
La especie humana tiene una capacidad fértil baja. Una pareja normal puede conseguir un embarazo en tan sólo un mes en un 10 o 15 por ciento de los casos. Este hecho hace deducir que no quedarse embarazada a la primera, ni a la segunda, sea normal. Se ha establecido que aproximadamente el 85 por ciento de las parejas consiguen un embarazo de forma espontánea tras un año de relaciones sexuales regulares sin que empleen ningún método anticonceptivo. En términos generales a partir de este año, sería el tiempo que justificaría el inicio de un estudio de esterilidad en la pareja, y seis meses en mujeres mayores de 35 años, con antecedentes de alguna enfermedad ginecológica o varones con algún antecedente urológico.
Ácido fólico y relax antes del embarazo Cuando se decide la búsqueda de un embarazo deben seguirse varias premisas:
La primera, tomar ácido fólico preconcepcional de forma preventiva. La segunda es más evidente, tener relaciones sexuales sin que éstas supongan un estrés en la pareja. Es habitual que muchas parejas comiencen a mantener relaciones de forma obligada o en determinados días fértiles del ciclo, alejándose de las relaciones por placer que se tenían previamente.
Esto puede conllevar un estrés, ansiedad y empeoramiento de la relación de pareja. Este estrés a su vez puede influir en el sistema endocrino de la mujer y puede afectar a la ovulación, evitándola, por lo que puede dificultar el hecho de conseguir un embarazo.
A toda pareja que busca embarazo se pueden dar algunos consejos. Se deben mantener una media de dos a tres relaciones sexuales a la semana, a poder ser, separadas 48 horas, ya que la calidad seminal mejora tras este periodo de descanso. Deben ser relaciones satisfactorias y completas para ambos miembros, ya que la eyaculación masculina es necesaria para la fecundación, y el orgasmo femenino facilita el tránsito del eyaculado en el tracto genital femenino.
Averigua tus días fértiles es útil Además, una pareja puede conocer los días fértiles de cada mujer y facilitar las relaciones sexuales en ese periodo de tiempo. Existen muchas técnicas descritas como el método ojino, la exploración del moco cervical, la medición de la temperatura corporal… Todas estas técnicas tienen el fin de detectar la ovulación en la mujer, determinando así los días más fértiles. Estos días suelen ocurrir entre los días 12 al 15 del ciclo menstrual, es decir de 12 a 15 días tras el primer día de menstruación.
Además de las pruebas más clásicas, existen test de venta al público desarrollados para la determinación de la hormona luteinizante o LH, la cual aumenta previamente a la ovulación. Este test detecta así los días fértiles, cuando pueden mantenerse relaciones con mayor posibilidad de embarazo.
A todos estos pequeños consejos debemos añadir que siempre busquemos un estado óptimo de salud. Debe de recomendarse seguir una vida saludable, con una alimentación equilibrada, evitando tóxicos como alcohol, tabaco o café en cantidades excesivas, con un descanso adecuado, evitando situaciones de estrés... Todo esto podrá favorecer la posibilidad tan ansiada de la concepción.