¿Puedo tener relaciones sexuales durante mi embarazo?
A lo largo de la espera de tu bebé, van surgiendo una serie de cambios importantes en tu físico. No sólo es la transformación que poco a poco va desencadenándose en tu mente, dando paso a lo que tú jamás hubieses podido pensar, te estás transformando en la forma de pensar de tu mamá, sino que también aparecen modificaciones en tu apariencia física.
Muchos cambios en tu cuerpo...
Por lo general estos cambios se basan en un incremento del peso, un cambio en la distribución de la grasa, un aumento del perímetro abdominal -aparece tu querida barriga-, las mamas se vuelven más péndulas y blandas, aparte de aumentar una o varias tallas… Y así podrías enumerar un montón de características que cada mujer se da cuenta que se van modificando en su cuerpo durante el embarazo. Lo ideal es que todos estos cambios nos hiciesen sentir mucho mejor, más bellas, más atractiva, en definitiva, más mujeres, pero no siempre es así. Y, todo ello, asociado a una disminución del apetito sexual, puede desencadenar que los nueve meses de embarazo sean los más largos en la esfera erótica de una pareja. Es cierto, que en determinadas ocasiones somos los obstetras los que contraindicamos la práctica de sexo. Claro ejemplo de ello son casos de amenazas de aborto, amenazas de parto pretérmino, placenta previa o metrorragias del segundo y tercer trimestre (sangrados abundantes), entre otros, que precisan reposo absoluto en todos los ámbitos. Pero si un embarazo es de curso normal, el tener relaciones sexuales no sólo favorece la relación entre tu pareja y tú, sino que también va a estar asociado a una serie de mejoras en tu calidad de vida como embarazada. Una de ellas va a ser el incremento de tu autoestima, de verte mejor, más atractiva, más guapa… porqué no.
Las relaciones sexuales favorecen el parto natural
Por otro lado, la práctica sexual puede favorecer, en el tercer trimestre, que se desencadene el parto de una manera más natural. Esto último se debe a dos motivos fundamentalmente: uno de ellos es el estímulo mecánico y, el segundo, que el semen contiene una serie de prostaglandinas que favorecen este hecho. Además, el acto sexual con penetración favorece el ejercicio de la musculatura del suelo pélvico, fenómeno que puede favorecer la elasticidad del mismo en el momento del parto vaginal. Todo ello nos hace pensar que el mantener relaciones sexuales a lo largo de la gestación es lo ideal, pero no siempre es lo más fácil. Primero, por las contraindicaciones que hemos enunciado previamente; en segundo lugar, porque hay veces que con el embarazo, o bien la futura mamá, por una disminución de libido, o bien el futuro papá -por miedo a hacer daño a la gestante o al feto- no encuentran el momento adecuado para comenzar la práctica sexual en esta nueva etapa. Y además, a medida que se incrementa la edad gestacional, también aumentan los miedos.
Cómo mejorar tus relaciones íntimas
Por otro lado, en ocasiones se precisa el empleo de lubricantes y/o hidratantes vulvo-vaginales, puesto que el flujo vaginal de la embarazada puede variar en función de los trimestres. Por último, hay que tener en cuenta que en muchas ocasiones en tu estado de embarazada tanto tú como tu pareja no sabéis cuál es la posición más idónea para tener relaciones, puesto que existe una tripa con un bebé dentro que le gusta estar siempre entre los dos. Por consiguiente, se deben valorar otras posturas diferentes a las más comunes, fundamentalmente que no te compriman la barriga y que te permita controlar la fuerza: tú encima de él, los dos tumbados del mismo lado o uno enfrente del otro, o tú sentada encima de tu pareja. Cuando se tienen relaciones sexuales durante el embarazo es recomendable antes ir al baño para orinar. Al terminar pueden surgir pequeñas contracciones, por lo que es recomendable descansar e hidratarse adecuadamente. Pero lo más importante es que en caso de que te surja alguna duda o temor se lo debes consultar a tu especialista para que te aconseje. Tu embarazo es una de las etapas más bonitas de tu vida personal y de tu vida de pareja: no la desaproveches y disfruta.