Tengo picores en la piel, ¿será peligroso para mi bebé?

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picores piel
13 Mar 2013

Durante el embarazo se produce una serie de cambios en la piel que la convierten en uno de los órganos más sensibles de nuestro cuerpo durante esta época de nuestra vida. Tal es así que pueden aparecer de nuevo esos temidos granitos, como cuando estabas con el acnémanchas de color blanco o más oscuro, erupciones... Pero, lo que sí es frecuente son los múltiples picores.

El prurito puede afectar a determinadas zonas o ser muy generalizado. Lo más común es un picor, que puede llegar a ser intenso en la zona del abdomen, acentuándose cuando va creciendo esa barriga tan bonita. En la mayoría de las ocasiones, los picores propios del embarazo se mitigan con una hidratación adecuada, a base de aceites corporales hidratantes diarios. Su aplicación puede ser tras la ducha e incluso en varias ocasiones al día.

No obstante, existen casos donde el picor no es fisiológico, no es propio de la gestación y se debe acudir al obstetra. Un claro ejemplo es cuando, asociado al prurito, se encuentran lesiones en la piel, que no son producidas por el rascado, siendo una patología más propia del dermatólogo, precisando un diagnóstico y tratamiento adecuado. En segundo lugar, hay una serie de enfermedades asociadas a la gestación que pueden cursar con picor, dentro de las mismas nos gustaría destacar la colestasis intrahepática, puesto que es una entidad cuyo diagnóstico es precoz si es sospechada por la embarazada.

Picores que pueden delatar colestasis intrahepática
¿Cómo se suele presentar este mal? Normalmente, el síntoma más frecuente es un picor generalizado, que sobre todo se localiza en palmas de las manos y plantas de los pies, acentuándose por la noche, incluso en ocasiones no te deja dormir o te puede llegar a despertar, si has conciliado el sueño. Ante esta clínica, lo que debes hacer es consultarlo a tu médico, puesto que, si se sospecha, se podrá realizar un control analítico valorando unos parámetros específicos como son las enzimas hepáticas, transaminasas, y los ácidos biliares, marcadores que suelen elevarse. En algunas ocasiones, se puede encontrar como hallazgo casual esta alteración en la sangre y, a partir de ahí, empezar a investigar en la historia clínica de la mujer.

Cuando ya se tiene el diagnóstico de la colestasis intrahepática, se instaurará un tratamiento adecuado en cada caso, para intentar disminuir los ácidos biliares, que pueden ser perjudiciales para tu bebé, y mitigar los picores tan incómodos y limitantes. Una consecuencia de esta patología puede ser tener que finalizar la gestación un poquito antes de lo habitual, pero esto siempre bajo la indicación de tu ginecólogo. También es importante reseñar que si en un embarazo anterior has sufrido de esto mismo, es más frecuente que vuelva a suceder en nuevas gestaciones.

No te preocupes si tienes picores por todo tu cuerpo durante tu embarazo; lo más habitual es que con una hidratación adecuada, evitando el exceso de calor y la ropa comprimida, mitigues esta molestia y puedas disfrutar de tu día a día.