Tengo 40 años, ¿por qué no me quedo embarazada?
La baja reserva ovárica es la causa más frecuente
La fertilidad femenina disminuye a medida que la mujer cumple años. Quedan menos óvulos y los que hay no siempre son de buena calidad: las mujeres de 40 años o más que se embarcan en la aventura de ser madres se enfrentan estas y otras dificultades.
Embarazo natural a los 40: difícil pero no imposible
El embarazo natural a los 40 años o más suele ser complicado y a menudo no se consigue. Aunque el rostro y el cuerpo de la mujer no represente la edad biológica que tiene, es muy probable que su aparato reproductor ya acuse el paso del tiempo. Con la ayuda del doctor César Lizán, director médico de las clínicas de fertilidad EVA, analizamos por qué quedarse embarazada a partir de los 40 años resulta más difícil.
El 7,5% de las primerizas tiene 40 años o más
La decisión de ser madre hoy se aplaza hasta los límites biológicos. Ya sea por razones laborales o personales, cada vez son más las mujeres que deciden ser madres con más de 40 años. De hecho, la edad media para ser madre en España se ha retrasado a los 31,9 años, la más alta de la Unión Europea. Si en los años 90 apenas un 1% de las mujeres era madre por primera vez a los 40 años y en 2007 un 2%, en la actualidad el 7,4% de las madres primerizas supera esa edad.
La edad de los ovarios es la que cuenta
Muchas de las mujeres que retrasan esa decisión piensan que como se encuentran “estupendas” (y efectivamente es así), con menstruaciones aún regulares y ni un signo de menopausia, el embarazo llegará sin dificultad… Y si no llega, ahí están los tratamientos para ayudar. “Sabemos que la fertilidad de la mujer disminuye con la edad y que no debemos tener una fe ciega en que la ciencia siempre va a ser capaz de suplir el inexorable paso del tiempo”, explica el doctor Lizán.
La reserva ovárica, clave para quedarse embarazada
Pero, ¿a partir de cuándo la mujer comienza a ser menos fértil? “Sabemos que los 35-37 años suelen ser un punto de inflexión en el que las posibilidades de concebir de las mujeres suelen empezar a declinar de forma más acusada. Pero el problema de elegir un punto de corte para toda la población es que puede no ser válido para todo el mundo”, afirma el director médico de las clínicas EVA.
Una de las claves para conseguir el embarazo está en la reserva ovárica. Todas las mujeres nacen con un número determinado de ovocitos, alrededor de dos millones, que darán lugar a óvulos y que va gastando a lo largo de su vida. Es decir: nunca se van a crear óvulos nuevos. Es más, ocurre lo contrario, que incluso antes de la pubertad muchos mueren, de tal forma que cuando la niña llega a la adolescencia, conserva entre 300.000 y 400.000.
Qué es la reserva ovárica
“La reserva ovárica es la cantidad de ovocitos que le quedan a una mujer”, apunta el doctor César Lizán. Ya hemos visto que todas las mujeres nacen con un pequeño “capital”, esos dos millones de ovocitos, pero esos “ahorros” van menguando. “El número de ovocitos desciende de forma progresiva desde que la mujer nace y la cantidad total y la velocidad a la que se activan es distinta en cada mujer”, añade el ginecólogo.
Cómo funciona la reserva ovárica
En cada menstruación, el ovario selecciona el mejor óvulo para que sea fecundado. Así que a medida que pasan los años, van quedando menos óvulos de buena calidad, y además los que quedan son los más envejecidos y los de peor condición.
“Los ovarios ponen en marcha sus ovocitos por oleadas o grupos y cada vez intenta coger una muestra de lo mejor que tiene. Con el paso del tiempo, va quedando una menor cantidad de ovocitos y de menor calidad”, explica el doctor Lizán. “Lo sabemos porque conforme aumenta la edad de la mujer, la reserva ovárica disminuye y aumentan las alteraciones cromosómicas porque los mecanismos de reparación de los ovocitos fallan más”, precisa el especialista en Fertilidad.
Cómo se calculan los óvulos que quedan
No hay dos mujeres con la misma reserva ovárica. “La reserva ovárica de cada mujer viene condicionada por múltiples aspectos, pero quizá el que más peso tiene es la dotación con la que se nace”, nos explica el doctor César Lizán. Por eso hay mujeres que con 40 años se quedan embarazadas de forma natural (gracias a su genética), pero otras, la mayoría, no lo consiguen.
Existen dos pruebas para averiguar si se cuenta con suficientes óvulos para intentar un embarazo espontáneo o no son sencillas para la mujer:
- Con una ecografía transvaginal se realiza el recuento de folículos antrales, es decir, sin actividad. Estos folículos son unas pequeñas esferas llenas de líquidos que contienen en su interior un óvulo inmaduro. El recuento debe realizarse los primeros días del ciclo menstrual
- Con un análisis de sangre se determina la hormona antimülleriana: es una sustancia que segregan los folículos ováricos.
Los nutrientes que te ayudan a quedarte embarazada
Comer un determinado alimento no va a hacer que te quedes embarazada, pero llevar una alimentación sana y adecuada es clave para el buen funcionamiento de tu organismo y de tu aparato reproductor. A continuación, te contamos los nutrientes que no pueden faltar en tu dieta:
- Ácido fólico vitamina B9: Si deseas quedarte embarazada, esta vitamina del grupo B es fundamental. Su carencia se ha relacionado con defectos del tubo neural en el bebé, pero también algunos estudios señalan que contar con unas buenas reservas previene el aborto espontáneo. Los alimentos ricos en ácido fólico son los vegetales de hoja verde, el hígado, las frutas cítricas, cereales, legumbres y frutos secos.
- Vitaminas A, C y E: el poder antioxidante de estas vitaminas favorece la fertilidad femenina. La vitamina A y C las encuentras en frutas y verduras y la vitamina E en aceites de origen vegetal, como el de oliva, maíz o girasol.
- Vitamina D: su carencia aumenta la tasa de aborto sobre todo en las primeras semanas de embarazo. Además, algunos estudios afirman que mejora las condiciones del endometrio para que el embrión se implante correctamente. La principal fuente de esta vitamina es la luz solar, aunque también podemos encontrarla en los lácteos, el pescado azul y los huevos.
- Zinc y cobre: el déficit de estos dos oligoelementos puede provocar aborto espontáneo y malformaciones en el feto. Los encontramos en las carnes de ave, los mariscos, los huevos, frutas y verduras.
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