Por qué la vitamina D es tan importante en el embarazo
En las últimas recomendaciones de la Sociedad Española de Ginecología (SEGO) a los obstetras para el seguimiento del embarazo, se señala que el déficit de vitamina D durante el embarazo se ha relacionado con diferentes complicaciones, tanto maternas como fetales:
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Las embarazadas con niveles bajos de vitamina D tienen un riesgo cinco veces mayor de desarrollar hipertensión gestacional y preeclampsia.
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La diabetes gestacional también se ha relacionado con un bajo nivel de vitamina D, así como un riesgo aumentado de realización de una cesárea en el primer embarazo y la presencia de vaginosis bacteriana en la gestación.
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En relación a los fetos, el déficit de vitamina D se ha relacionado con bajo peso al nacimiento, retraso de crecimiento intrauterino y alteración en el desarrollo óseo fetal.
Analizar los niveles de vitamina D a todas las embarazadas
Para prevenir estas complicaciones, la SEGO señala que el nivel de vitamina D debería encontrarse por encima de 20 ng/ml. Según los ginecólogos, actualmente no hay datos suficientes para recomendar que a todas las embarazadas se les estudie el nivel de vitamina D con un análisis de sangre. No obstante, recomiendan que se realice al comienzo del embarazo en gestantes con mayor riesgo, como las mujeres que sufren obesidad o las que tienen factores de riesgo de preeclampsia, poca exposición al sol (por ejemplo cuando se les recomienda reposo absoluto o tienen que estar ingresadas en el hospital) o las que por una cirugía gastrointestinal previa tengan limitada la absorción de esta vitamina. Hay que recordar que la principal fuente de la vitamina D para nuestro organismo es la radiación solar.
Los suplementos de vitamina D, seguros en el embarazo
Según señala la SEGO, tomar suplementos de vitamina D (colecalciferol o ergocalciferl) es seguro durante el embarazo, aunque afirman que es preferible el colecalciferol (vitamina D3). La dosis que recomiendan algunas sociedades médicas es entre 400 y 600 unidades diarias.
En gestantes con alto riesgo de déficit de vitamina D (que tienen entre 15 y 30 ng/ml) se aconseja aumentar hasta 1.000 unidades. Y en los casos más severos (con menos de 15 ng/ml) hasta 2.000 unidades.