La lactancia materna reduce el riesgo de infarto en la madre
La lactancia materna no solo es lo mejor para el bebé. También lo es para la madre. A los beneficios que ya se conocían ahora se suma otro: puede reducir el riesgo de un ataque al corazón o un derrame cerebral, según una nueva investigación publicada en Journal of American Heart Association.
Hasta ahora se habían estudiado los efectos de la lactancia materna en el sistema cardiovascular a corto plazo. Por ejemplo las mujeres que dan el pecho pierden antes el peso ganado en el embarazo, tienen bajos niveles de colesterol y glucosa en sangre, y la tensión arterial se encuentran más normalizada. Ahora este estudio realizado en China encontró que las mujeres que amamantaron a sus bebés tuvieron un diez por ciento menos de riesgo de desarrollar enfermedad cardiaca o accidente cerebrovascular.
Investigadores de la Universidad de Oxford (EE.UU), la Academia China de Ciencias Médicas y la Universidad de Pekín (China) analizaron durante ocho años datos de 289.573 mujeres chinas, con una edad media de 51 años. Casi todas eran madres y ninguna tenía una enfermedad cardiovascular cuando se inició el estudio. En el tiempo que duró la investigación hubo 16.671 casos de enfermedad coronaria, incluyendo ataques al corazón, y 23.983 casos de accidente cerebrovascular.
Cuanto más tiempo se dé el pecho, más protección
Así se encontró que las mujeres que habían dado el pecho a sus bebés tenían un 9 por ciento menos riesgo de enfermedad cardiaca y un 8 por ciento menos de riesgo cerebrovascular. Las madres que amamantaron durante dos años o más a sus bebés el riesgo de enfermedad cardiaca fue un 18 por ciento menor y de ictus un 17 por ciento menos que las madres que nunca amamantaron.
Cada seis meses adicionales de lactancia materna por bebé se relacionó con un 4 por ciento menos de riesgo de patología en el corazón y un 3 por ciento menos de riesgo de ictus o derrames cerebrales. “La gestación cambia el metabolismo de una mujer dramáticamente, a medida que almacena la grasa para proporcionar la energía necesaria para el crecimiento del bebé y la lactancia una vez que el bebé nace. La lactancia materna podría eliminar la grasa almacenada más rápido y más completamente”, señala la coautora Sanne Peters, investigadora de la Universida de Oxford en Reino Unido.