No conserves la leche materna refrigerada más de tres días

La profesora Sandra Fernández Pastor, que también es investigadora del Grupo en Nutrición Humana y Seguridad Alimentaria para la Salud de la CEU UCH, explica con detalle las aportaciones de su estudio a la conservación de la leche materna. Por primera vez demuestra la capacidad antimicrobiana de la leche materna frente a la bacteria Cronobacter sakazakii, causante de infecciones sistémicas y meningitis en recién nacidos.

¿Por qué es tan relevante este descubrimiento sobre la capacidad antibacteriana de la leche humana?

La bacteria Cronobacter sakazakii estaba asociada a brotes de infección en lactantes con consecuencias muy graves por consumo de leche de fórmula contaminada, pero recientemente se han descrito casos por consumo de leche humana extraída. Por tanto, nos pareció interesante evaluar si la leche humana presentaba capacidad antimicrobiana frente al microorganismo, puesto que no había estudios previos que estudiaran esta capacidad global. Y ciertamente los resultados han sido muy reveladores, ya que nos mostraron que la leche humana presenta esta capacidad, si bien se ve modificada por los distintos tratamientos a los que se puede someter a la leche en casa o en un banco de leche humana.

¿Cuál sería el protocolo perfecto de extracción conservación y congelación de leche en casa?

En leche humana extraída de forma higiénica se han aislado distintas especies de microorganismos que colonizan el intestino neonatal pero nunca Cronobacter sakazakii, lo que indicaría que la aparición en leche se debería a una contaminación exógena, tal y como indican también las recientes publicaciones sobre infecciones neonatales producidas por consumo de leche humana extraída contaminada con la bacteria.

Así pues, es esencial la extracción higiénica de la leche. Para ello es necesaria una correcta higiene de manos, el empleo de materiales de un solo uso si es posible y la limpieza y desinfección de utensilios reutilizables. En cuanto a la conservación en refrigeración y congelación en casa, se recomendaría que fuera el menor tiempo posible, ya que como hemos visto en el estudio a más tiempo almacenada, mayor pérdida de capacidad antimicrobiana. También se debería controlar la temperatura de frigoríficos y congelador. 

¿Y en los bancos de leche?

En los bancos de leche en hospitales se recibe la leche de mujeres donantes que extraen y almacenan la leche previamente en casa, por lo que el proceder de las donantes debería ser el descrito anteriormente. Una vez en el banco, la leche es sometida a pasteurización para higienizarla. Este tratamiento afecta significativamente a la capacidad antimicrobiana, por lo que deberían estudiarse otros métodos alternativos. En el estudio comprobamos que fortificar la leche en los bancos de leche previa a su administración sería recomendable, ya que la leche presenta una mayor capacidad antimicrobiana que si no fuera fortificada.

¿Cuándo debemos empezar a hacer nuestro banco casero de leche materna?

Realmente lo ideal es la administración directa de la madre al bebé, porque como hemos comentado cuánto más se manipula la leche, más riesgo hay de que se contamine. No obstante, en ocasiones la administración indirecta es una necesidad, y es en estos casos cuando deberemos recurrir a leche extraída y almacenada en refrigeración o congelación. Por ello, recomendamos almacenar leche cuando se necesite, llevando un control, siendo esencial etiquetar cada extracción con la fecha en la que se realizó y almacenó.