Poca vitamina D embarazada, riesgo de parto prematuro
Las madres con niveles bajos de vitamina D durante el embarazo tienen más posibilidades de parto prematuro. Esta es la principal conclusión de un estudio publicado en la revista Obstetrics & Gynecology, financiado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.
Los investigadores tuvieron en cuenta en el estudio otros factores que se vinculan con el parto prematuro, como el sobrepeso o la obesidad de la madre, así como si ésta era fumadora. Pero incluso así, detectaron que las embarazadas con déficit de vitamina D tenían un riesgo mayor de que su bebé naciera de forma prematura.
La "vitamina de los huesos"
Esta relación entre la "vitamina de los huesos" y los bebés prematuros ya se había destacado en otros estudios anteriores. La nueva investigación analizó a más de 2.100 mujeres que tuvieron partos a término y a más de 1.100 embarazadas que dieron a luz de forma prematura. Los expertos encontraron que a medida que bajaban los niveles de vitamina D en sangre de las futuras mamás, crecían las probabilidades de nacimiento prematuro.
Vitamina D y placenta
La vitamina D podría ofrecer, según el estudio, cierta protección al ayudar a reducir las infecciones bacterianas en la placenta, que pueden ser causa de parto prematuro. Sin embargo, los investigadores advierten a las embarazadas que no deben tomar vitamina D por su cuenta, sino que deben seguir las recomendaciones de su médico.
La vitamina D regula los niveles de calcio y fósforo en sangre y el paso de calcio a los huesos, por lo que tiene un papel clave en la formación y en la mineralización ósea. Además, actúa en el desarrollo y la función de la placenta.
Complicaciones de los partos prematuros
El cuerpo produce vitamina D de forma natural al exponerse a la luz solar. Pocos alimentos contienen esta vitamina, aunque se recomienda tomar pescado graso, como salmón o sardinas. Además, a muchos lácteos se le añade esta vitamina.
Los partos prematuros pueden provocar al bebé problemas que duran toda la vida. El riesgo de estas complicaciones crece cuanto más prematuro sea el nacimiento del niño. Se considera que un bebé es prematuro cuando nace antes de la semana 37 de embarazo. El nacimiento prematuro puede afectar a los pulmones, el cerebro, los ojos, los oídos y los sistemas digestivo e inmunitario del niño.