Las complicaciones del embarazo pueden ser muchas pero hay una buena noticia: la gran mayoría tiene tratamiento. Puede existir una enfermedad materna anterior, una patología que surja al hilo del embarazo, complicaciones de la placenta, del desarrollo del bebé… Nuestro consejo: déjate asesorar por tu ginecólogo, sigue el tratamiento y mantén una actitud positiva ante las dificultades.