Qué viajes puedo realizar en el embarazo
Mejor entre las semanas 18 Y 28 de gestación
Antes del embarazo no existe ningún riesgo para realizar viajes, sea cual fuere el destino o el medio de transporte utilizado. Estas circunstancias pueden variar en el momento de la gestación. El embarazo y los viajes tienen tres etapas fundamentales:
- El primer trimestre de gestación hasta la semana 18, debe tenerse gran precaución, sobre todo por el riesgo que existe de sufrir un aborto espontáneo. Además se el viaje se va a realizar por avión, hay que preguntar a la aerolínea encargada, si se precisa un justificante por parte del ginecólogo de que el embarazo discurre con normalidad.
- El periodo que menos riesgo tiene a la hora de viajar es el segundo trimestre, puesto que la implantación se ha realizado correctamente y existe menor peligro de sufrir un aborto espontáneo. Otra razón de peso: la embarazada todavía no tiene un perímetro abdominal que le incomode en el viaje.
- A partir de la semana 28, el tercer trimestre de gestación, conviene evitar desplazamientos y, si estos son inevitables, consultar con el obstetra que controla el embarazo, viajar a zonas donde exista un hospital de referencia y si es por avión, pedir el certificado de gestación de curso normal a tu médico porque algunas compañías aéreas pueden requerirlo.
Embarazo: preparar el viaje con anticipación
Para disminuir la presión física y psíquica que genera un viaje a la embarazada, es preciso que prepare con anticipación toda la organización del trayecto:
- Se debe saber con antelación, tanto el traslado, el lugar y los hospitales de referencia próximos del destino elegido. Si el viaje por la Unión Europea, se debe solicitar la Tarjeta Sanitaria Europea, cuya duración es de un año.
- Es preciso evitar acarrear peso, maleta, bolsos de mano con una gran cantidad de cosas… la embarazada debe ir de viaje con ropa cómoda que no comprima, chaqueta, zapatos elásticos sin tacón y bolso de mano que no pese, con lo estrictamente necesario.
- El riesgo de bajada de tensión o de niveles de glucemias, que son muy frecuentes en la embarazada, obliga a llevar siempre en el bolso una botella de agua pequeña y unos caramelos de azúcar, que ante la mínima sospecha, la mujer tiene que tomar. Lo que se debe evitar son todos aquellos productos contra el mareo del viaje, especialmente si no lo ha consultado previamente con el ginecólogo.
Si el viaje se realiza a una zona de playa o de montaña, es necesario el uso de protectores solares de factor alto, debido al riesgo de aparición de manchas en cara, cloasmas, difíciles de eliminar tras el parto. También es preciso una adecuada hidratación y el empleo de gafas de sol.