¿Embarazada? Tus cuidados de la barriga en 10 consejos
Hablábamos en un reciente "post" sobre curiosidades, mitos y verdades de la barriga del embarazo. Se trata del principal signo de identidad de una mujer gestante (y el síntoma más evidente de su estado). Por eso, hoy repasamos 10 consejos que podemos proporcionar a las futuras mamás para el adecuado cuidado de su tripa a lo largo de todo el embarazo.
1. Control de peso, clave para tu barriga
El control de peso es fundamental, ya que evita muchas complicaciones del embarazo y es una gran inversión en salud. Tras el embarazo, podrás regresar más rápidamente a tu peso previo -más aun si das lactancia materna-, la involución abdominal será más sencilla y te sentirás mejor. Para conseguirlo, nada mejor que realizar una dieta sana y equilibrada y hacer ejercicio físico regular.
2. Evita la aparición de estrías
Al ir creciendo el útero, y con él la tripa de la futura mamá, la piel del abdomen se va estirando. Pueden aparecer las temidas estrías por la rotura de las fibras de colágeno y elastina de la dermis, que se mantendrán en el tiempo, de manera similar a una cicatriz.
Influye mucho el tipo de piel, ya que hay mujeres más predispuestas a su aparición. Podrás prevenirlas procurando que el crecimiento de la tripa sea muy progresivo, siguiendo el resto de consejos de este artículo, e hidratando y nutriendo la piel adecuadamente, con constancia a lo largo de todo el embarazo. Para ello existen numerosos productos, y puedes utilizar el que te resulte más adecuado.
Desde una crema especifica antiestrías o una buena crema hidratante, hasta algún aceite nutritivo (como el aceite de almendras, de rosa mosqueta o de Vitamina E). Aplícalo dos veces al día mediante un suave masaje desde el inicio de tu embarazo. No olvides utilizar un jabón neutro para la ducha diaria y por supuesto hidratarte desde el interior, bebiendo la suficiente cantidad de agua.
3. Protégete del sol, tripa a la sombra
La piel de la embarazada se torna más sensible a las agresiones externas, también a la radiación solar. Utiliza crema con protección solar elevada y procura no exponerte directamente al sol, para evitar quemaduras solares y manchas. A lo largo de la gestación, notarás que aparece de manera progresiva una línea oscura en el centro de la tripa, en sentido vertical. No debes preocuparte, ya que se trata de la denominada línea alba, y se trata de una hiperpigmentación de la piel de esa zona de causa hormonal, que desaparecerá tras el parto.
4. Y si a aparecen picores abdominales...
Una gestante puede presentar picores por diferentes causas, y la zona del organismo que pica con más frecuencia es la tripa. Lo más frecuente es que sea de causa hormonal o bien por la distensión de la piel en dicha zona.
Para aliviarlos es recomendable utilizar cremas calmantes adecuadas (con caléndula, avena, mentol, aceite de vitamina E…). Evita el agua muy caliente durante la ducha, evita el rascado, utiliza ropa transpirable de tejidos naturales y evita jabones y detergentes agresivos, así como suavizantes, que pueden causar irritación dérmica. Es recomendable que consultes con tu ginecólogo si el picor va en aumento, interfiere con tu vida diaria, dificulta tu descanso nocturno o se extiende más allá de la región abdominal.
5. Un buen hábito intestinal ayuda
Mantén a raya el estreñimiento con una dieta rica en fibra y una hidratación abundante. Evita en la medida de lo posible la aparición de gases (evita consumir bebidas gaseosas y alimentos flatulentos, come despacio y mastica muy bien los alimentos). Con esto evitaras la incómoda distensión abdominal que producen estos cuadros tan frecuentes durante el embarazo.
6. Tu barriga, bien tonificada
El ejercicio físico ayuda a mantener el peso adecuado y a tonificar los músculos del organismo, lo cual va a resultar muy útil para que te encuentres bien durante el tercer trimestre y para facilitar el proceso del parto.
7. Elige una buena postura para dormir
La tripa, sobre todo durante el tercer trimestre, dificulta el descanso nocturno de la embarazada, que no sabe cómo colocarse y no encuentra una postura lo suficientemente cómoda como para mantenerla en el tiempo. Lo recomendable es descansar de lado, sobre el costado izquierdo. Te será muy cómodo colocar una almohada o un cojín entre las dos piernas. Veras como te alivia esta postura.
8. ¿Embarazada y con el ombligo hacia fuera?
El ombligo hacia afuera que sufren algunas gestantes está causado por la separación de los músculos abdominales al crecer el útero. Si aparecer en el tercer trimestre, y es más frecuente en mujeres que ya han tenido embarazos previos.
Suele volver a la normalidad tras el parto, pero si la zona se ha debilitado demasiado puede ser causa de una hernia umbilical. Si presentas dolor en la zona debes consultar con tu médico. Para prevenirlo lo mejor es mantener un peso adecuado y un buen tono muscular abdominal. Una vez que ha aparecido, algunas gestantes se benefician del empleo de una faja abdominal que ayude a sujetar la zona: consulta con tu médico.
9. Faja en el embarazo: cuándo y cómo
Hay cierta controversia respecto al uso de faja en la gestación. Como se dice coloquialmente, los argumentos nos dan una de cal y otra de arena.
- Razones en contra: Hace que trabajen menos los músculos abdominales, en detrimento de su fuerza y tono muscular necesarios para el parto.
- Razones a favor: Proporciona una sujeción adecuada de la tripa y la espalda, lo que beneficia enormemente la calidad de vida de no pocas gestantes (embarazos gemelares, problemas de espalda, grandes multíparas…). Por lo tanto, habrá que individualizar su uso, según el caso.
10. ¿Es normal tener molestias abdominales?
Las molestias leves en la región abdominal son muy frecuentes durante todo el embarazo, y su causa y síntomas característicos muy variables. Durante el primer trimestre es normal presentar molestias similares a las ocasionadas por la menstruación. Son debidas fundamentalmente a la congestión pélvica producida por el embarazo y a la disminución de la movilidad intestinal (estreñimiento y gases) tan característica de esta etapa.
Durante el segundo trimestre también es muy frecuente sentir molestias en la zona, debidas principalmente a la distensión de los ligamentos del útero al crecer. Y, por supuesto, durante el tercer trimestre también son muy frecuentes, debidas aquí fundamentalmente a la compresión de órganos vecinos por el útero, tan aumentado de tamaño. Si las molestias se hacen intensas, se mantienen en el tiempo o se acompañan de otros síntomas (escozor al orinar, fiebre, diarrea…) es el momento de consultar con tu médico.