¿Cambios de temperatura estando embarazada?
Nos encontramos en una época del año en que las temperaturas no son constantes como sería de esperar, sobre todo como espera nuestro cuerpo. Nuestro organismo se va adaptando poco a poco a las pequeñas modificaciones de la primavera o del otoño, para pasar del frío al calor (o a la inversa), respectivamente. No obstante, como dicen las personas mayores: “¡Este tiempo está muy loco!”. De repente alcanzamos cifras que pueden rondar las máximas de muchos días del verano y, de un día para otro, cambian completamente, descendiendo valores de 10ºC.
Cuidado con los edemas
Estas modificaciones tan bruscas de temperatura hacen que el día a día de la embarazada se haga mucho más difícil. Estamos esperando un bebé y estos cambios pueden tener mayores consecuencias de las que nos esperamos. Claro ejemplo de las mismas es la aparición brusca de los edemas tanto de miembros inferiores como de las manos. Es increíble como aumentan de tamaño estas partes de nuestro cuerpo, no sólo al terminar el día, sino también al levantarte, puesto que puedes haber pasado mucho calor durante la noche y, ya, te levantes con ellos hinchados.
Acertar con el cambio de ropa
El cambio de ropa en la gestación es algo muy difícil de establecer, ¿cuándo hacerlo y acertar? En muchas ocasiones, tendemos a cambiar el armario con los primeros rayos de sol que producen calor, llegando oleadas de frío que pueden generar catarros o gripes que pueden ser bastante difíciles de tratar, puesto que se pueden confundir con cuadros alérgicos. No sólo hablamos del vestuario, sino también de la ropa de cama, importante como hemos dicho previamente, puesto que el exceso de calor en el lecho puede ocasionarte irritabilidad, insomnio y síndrome de piernas inquietas. Es recomendable tener un pijama o camisón ligero, que te permita taparte con una sábana o mantita, si cambia el tiempo.
Bebe agua antes de tener sed
No debemos olvidar nunca en el embarazo, la gran relevancia de la hidratación. Cuando hemos vivido días de temperaturas bajas y pasamos, de forma brusca, al calor, el organismo precisa una adaptación, de la que no se tiene tiempo, como hemos dicho previamente, por lo que es importantísimo que no olvides tu botella de agua. Bebe de manera abundante (entre 2 y 3 litros al día), toma fruta entre las comidas, intentando de esta manera, evitar los cuadros sincopales, de mareo o malestar por hipotensión, debido a las altas temperaturas.
Mucha precaución con el sol
Y, cómo no, tanto en las embarazadas, como en el caso de los niños y ancianos, se recomienda no exponerse al sol en las horas de temperaturas extremas del día, empleando siempre protección solar y sombreros que disminuyen la posibilidad de sufrir cuadros de insolación.
Para terminar, nos gustaría recomendarte, en esta época del año, la moda “en capas de cebolla”, es decir, no puedes salir a la calle, a primera hora del día, sólo en camiseta si vas a prever que va a hacer muy bueno al mediodía, puesto que todavía hace frío, es preferible que lleves varias capas, de las que te puedas ir desprendiendo del ellas… O al contrario, para evitar que pases tanto frío como calor, en la calle como en tu puesto de trabajo o centro al que vayas a acudir. Cuídate y ponte guapa, para sentirte bien, aunque sea una época un tanto difícil, pero pensando siempre que en la variedad está el gusto.