¿Cómo prevenir y detectar la listeria en la embarazada?
La alarma social se ha generado estos días debido a un brote de listeria en el sur de España. Como ocurre siempre en estos casos, se asocia la noticia con los peligros para las mujeres embarazadas.
La listeriosis es una enfermedad originada por la bacteria "Listeria monocitogenes", que aparece de forma muy frecuente en nuestro entorno, en múltiples superficies, en la leche y productos derivados, en la carne en descomposición, en cualquier material orgánico o en las frutas y verduras que se contaminaron con la tierra de nuestro entorno.
Su abundancia en nuestro medio hace que la contaminación con Listeria sea altamente frecuente y muy posible. Pero esto contrasta con su baja prevalencia. Es una enfermedad o infección rara, que afecta tan sólo a las edades extremas de la vida (neonatos o ancianos), pero que también puede afectar a inmunodeprimidos y mujeres embarazadas. Su principal importancia en el embarazo radica en dos cuestiones:
- Un diagnóstico complicado, ya que genera síntomas muy comunes a otras afecciones.
- Una especial afinidad por la placenta y tejidos fetales.
Primeros síntomas de listeria
Una mujer embarazada puede haber sido contagiada de listeria y tan sólo presentar un cuadro general de fiebre y malestar general, que evidentemente puede confundirse con cualquier cuadro gripal, catarral o gastrointestinal. En ocasiones puede asociarse con fiebre alta y es justo en estos casos cuando la sospecha de haber ingerido alimentos en mal estado o posiblemente contaminados es fundamental para pensar en esta enfermedad.
No obstante, existen algunos contagios en los cuales el antecedente de la ingesta de alimento en mal estado no está clara o que incluso nunca se llega a detectar el origen de la contaminación. En otras ocasiones los síntomas tan genéricos que genera esta infección y que se suelen tratar de forma sintomática no suelen requerir un estudio más exhaustivo ni hacen sospechar la posibilidad de este contagio.
Cómo prevenir la listeriosis
Dado que estos síntomas son tan generales y es tan difícil sospecharla y diagnosticarla, lo ideal y recomendado es siempre prevenir su contagio:
- Debes evitar comer alimentos en mal estado, fiambres poco cocinados o alimentos, leche y derivados no pasteurizados.
- Los vegetales y frutas, también pueden estar contaminadas por la listeria que coloniza la tierra, por lo que deben de lavarse con sumo cuidado o previamente deben de ser pelados. La bacteria listeria muere fácilmente con la temperatura, por lo que el cocinado de los alimentos es suficiente para su eliminación.
- No obstante, al ser tan habitual su presencia en cualquier superficie puede ocurrir que los alimentos sean contaminados tras su cocinado, y por lo tanto si la ingesta se hace fría y no recalienta el alimento, la infección puede producirse.
Posible infección de placenta, líquido y feto
Por otro lado, se encuentra la especial afinidad de esta bacteria sobre los tejidos fetales y placentarios y por lo tanto su potencial peligrosidad para el bebé. La listeria tiene la capacidad de infectar la placenta, el líquido amniótico y al feto, produciendo una infección intrauterina que es denominada corioamnionitis. Esta infección asocia los síntomas que hemos comentado antes de malestar, fiebre, dolor articular, además de dolor en el bajo vientre.
y dicha infección y sus consecuencias dependen del momento del embarazo en el cual se produzca el contagio. En los primeros meses de gestación si afecta a la placenta o al feto acarrea habitualmente a una pérdida gestacional, produciéndose una muerte fetal o una ruptura de la bolsa amniótica y expulsión del bebé.
Peligro, rotura de membranas
En las últimas semanas de gestación, la afectación por listeria suele acabar en una rotura prematura de membranas, que habitualmente desencadena un parto prematuro, además de una infección del recién nacido. Esta infección, sumada a la posible prematuridad asociada del recién nacido puede desencadenar un estado crítico del neonato con necesidad de ingreso y cuidados intensivos en los primeros días de vida que incluso pueden acarrear la muerte del neonato.
Afortunadamente, aunque el diagnóstico de listeria suele ser complejo y no muy habitual, el tratamiento es muy sencillo y efectivo. El antibiótico ampicilina es el que se emplea de elección, y su instauración precoz es habitualmente muy eficaz para erradicar la infección y disminuir las secuelas generadas. No obstante debemos remarcar que la actuación más eficaz contra la infección por listeria consiste en la prevención y precaución en la alimentación. Lo ideal es reservar el tratamiento para los casos accidentales de listeriosis en embarazadas.