Por qué es necesario vacunarte contra la tosferina
Hoy asistimos a un resurgimiento de infecciones por tos ferina, lo que supone un problema de salud pública porque esta patología es causa de mortalidad infantil. El motivo fundamental de este repunte es la disminución del porcentaje de población adulta con anticuerpos, por lo que es preciso lograr disminuir el riesgo de contagio de recién nacidos. Además, los neonatos son incapaces de producir determinados anticuerpos, puesto que su sistema inmunitario aún se está desarrollando, por lo que es preciso administrárselos de manera exógena. Por todo ello, se recomienda vacunar a las embarazadas de tosferina.
Tos ferina: Cuándo vacunar a la embarazada Pero, ¿cuándo es el momento idóneo para vacunar? Los recién nacidos necesitan que exista un paso de anticuerpos frente a la tos ferina vía transplacentaria, con origen en la madre y destino en el feto. De dicha manera, el neonato se encontrará protegido frente a los posibles contactos con la tos ferina existentes. Por consiguiente, es necesario que la vacunación se lleve a cabo en el tercer trimestre de embarazo.
Se han planteado cuatro posibles ramas de actuación para prevenir el riesgo de transmisión de tos ferina:
- La primera de ellas, es la vacunación a la población adulta y los adolescentes.
- "Cocooning strategy" (estrategia nido), mediante la cual se procede a la vacunación de los padres, familiares próximos, profesional sanitario.
- Vacunar a los recién nacidos.
- Vacunar a la mujer en edad fértil y a las embarazadas.
Lo cierto es, que la mujer embarazada se encuentra en un estado de inmunodepresión fisiológica que puede llevarla a ser objeto de múltiples campañas de vacunación para, disminuir, no sólo las posibles complicaciones de las enfermedades en ella, sino también, reducir el riesgo de patología neonatal, gracias a la transmisión de anticuerpos vía transplacentaria.
La vacunación durante el embarazo siempre es una fuente de preocupación, debido al intento creciente de mitigar posibles riesgos para la gestación y mejorar el control del bienestar materno-fetal. Pero lo cierto es que a veces es preciso el empleo de determinadas vacunas para evitar repercusiones importantes de la enfermedad en la futura madre o incluso en el feto/recién nacido. Cuando ocurre este hecho es muy importante proceder a una adecuada explicación a la futura mamá sobre los riesgos y beneficios de la administración de la vacuna.
El objetivo último de la administración de la vacuna de tos ferina es la disminución de casos de tos ferina, de hospitalizaciones y de mortalidad infantil por esta causa, mejorando de dicha manera la calidad de la asistencia sanitaria y, como consecuencia, de la calidad de vida, de nuestras pacientes, de nuestra sociedad.