Quiero quedarme embarazada, ¿tengo que ir al médico?
En tu vida puedes pasar por diferentes etapas en las que te planteas todo desde un prisma totalmente distinto. Es curioso que cuando acudes a tu ginecólogo para realizar las revisiones habituales y te comenta si utilizas algún método anticonceptivo, durante muchos años tu respuesta es afirmativa y no quieres ni oír hablar de la posibilidad de embarazo, ¡qué miedo! Desaprovechas la oportunidad de que tu especialista te informe sobre uno de los temas más importantes en tu vida. Y, de repente, te planteas dar el gran salto y… ¿qué vas a hacer? ¿por dónde vas a empezar? Ahí te das cuenta de los pocos datos que tienes sobre los pasos que hay que dar antes de quedarte embarazada.
Aunque sólo un 10 por ciento de las parejas que buscan una gestación acuden al médico para realizar una consulta previa; hasta un 70 por ciento de todas las mujeres que quieren quedarse embarazadas les gustaría tener mucha más información. Es de gran relevancia que acudas a una consulta preconcepcional, con tu ginecólogo, puesto que es en esa visita donde se comienza la asistencia perinatal.
La consulta comenzará con la historia clínica detallada, para conocer los antecedentes personales y familiares que pueden considerarse un factor de riesgo para quedarte embarazada o en una gestación ya instaurada.
Pruebas médicas antes del embarazo Por otro lado, se precisa la realización de una exploración física (ginecológica y mamaria) completa, asociado a una serie de pruebas complementarias, así como la citología cervical, analítica de sangre (valorando parámetros tales como la hemoglobina, el hematocrito, tu grupo sanguíneo y Rh, la glucemia y determinadas serologías) y de orina (teniendo en cuenta el parámetro de la proteinuria). Existen otras series de pruebas que pueden realizarse en la consulta y que se llevarán a cabo en función de lo indicado por tu médico teniendo en cuenta tus antecedentes. Las patologías que pueden obligar a hacer otra serie de test o interconsultas a otros especialistas para intentar poner tu salud en forma antes de quedarte embarazada son:
- diabetes mellitus pregestacional
- hipo o hipertiroidismo
- epilepsia
- hipertensión arterial
- enfermedades cardiovasculares
- enfermedades tromboembólicas o trombofilias
- cáncer
- trastornos psiquiátricos o tratamientos de esta índole
- conectivopatías, asma o tuberculosis
- También los especialistas debemos conocer si has padecido o padeces algún proceso infeccioso.
El ginecólogo te va a preguntar sobre tus antecedentes gineco-obstétricos, cómo son tus ciclos menstruales y si has tenido algún hijo, si es así, cómo ha sido el parto (vaginal, cesárea, pretérmino), si has sufrido algún aborto o alguna muerte fetal anteparto. De esta forma podemos realizar estudios para conocer las causas de estos episodios e intentar poner remedios para la gestación que está a punto de comenzar.
Cambiar el estilo de vida: lo más difícil Preguntar sobre el estilo de vida y que vosotras seáis sinceras en dicho tema, es fundamental para que, junto con todo lo anterior, el especialista pueda establecer el riesgo preconcepcional existente y podamos incidir sobre él. La primera medida es potenciar una vida saludable, en relación con la nutrición, evitar el consumo de sustancias tóxicas y promover la realización de ejercicio físico y una sexualidad saludable. En segundo lugar, se debe explicar y fomentar la suplementación farmacológica. Dentro de la misma cabe destacar tres sustancias fundamentalmente:
- Ácido fólico. Una cantidad insuficiente de folatos en el organismo materno -está ampliamente demostrado- se relaciona con defectos del tubo neural. Se aconseja el consumo de ácido fólico cuatro semanas antes y doce semanas después de la concepción, de manera diaria y no irregular, para que los niveles de folatos sean adecuados. La ingesta de los mismos exclusivamente por la dieta es insuficiente, aunque la alimentación que llevemos sea equilibrada y adecuada. Hay mujeres que pueden plantearse que el exceso de ácido fólico puede ser perjudicial para el feto, pero no hay evidencia de que la dosis de folatos se vean relacionados con algún tipo de riesgo en el bebé.
- Yodo. Es importante realizar en la consulta preconcepcional un control del perfil tiroideo para descartar patología desconocida por la mujer, hasta la fecha, puesto que en algunas ocasiones no se debe suplementar con yodo. Por el contrario, en todos los casos se debe aconsejar una dieta rica en productos que contengan yodo y al empleo de sal yodada; pudiéndose asociar complejos con yodo si los aportes son insuficientes. -
- Complejos vitamínicos. Es necesario realizar más estudios que nos den una verdadera evidencia del papel de dichos compuestos en la asistencia sanitaria preconcepcional. Si bien es cierto, que el estado nutricional de la madre en la concepción, está íntimamente relacionado con el desarrollo embrionario y también puede tener efectos en su vida adulta.
Para concluir, sólo queríamos aconsejarte que acudas a tu especialista si estás pensando en quedarte embarazada, no sólo para que establezca tus recomendaciones preconcepcionales, te ayude a promover una vida saludable y te prescriba ácido fólico, sino para que te explique todas esas dudas que te surgen como un manantial en tu cerebro.