Tengo miedo a los alimentos contaminados con mercurio
En la consulta de Obstetricia es frecuente que las mujeres embarazadas pregunten dudas sobre la alimentación que deben seguir, especialmente sobre los llamados alimentos "prohibidos" o no recomendados. Las cuestiones relacionadas sobre los alimentos contaminados con mercurio son muy consultadas.
El mercurio, o su componente metil-mercurio, es un teratógeno conocido desde hace tiempo. Es decir, puede ser peligroso y generar problemas o malformaciones graves o alteraciones en el desarrollo del embrión si existe contacto con él durante el embarazo.
El efecto del mercurio sobre el desarrollo del embrión toca principalmente el plano neurológico, provocando alteraciones en el desarrollo del sistema nervioso central: pueden aparecer convulsiones, ceguera, sordera e incluso parálisis cerebral. Estos problemas, en contra de lo que cree la población en general, no pueden ser diagnosticados durante el curso del embarazo. Tampoco pueden ser detectados en el momento del nacimiento, sino que van apareciendo durante el desarrollo del bebé.
Durante el embarazo, el mercurio que ingiere la madre puede atravesar la placenta de forma fácil. Este elemento puede acumularse en los tejidos embrionarios, principalmente en el tejido cerebral, siendo incluso las concentraciones de mercurio en el feto más elevadas que las que detectamos en la madre.
El mercurio es un elemento que hace años se utilizaba en la fabricación de pesticidas, fungicidas, etc. Actualmente su uso está muy limitado y se emplean menos cantidades, pero éstas se acumulan en los alimentos donde se emplean y no existe posibilidad de eliminarse. Estos alimentos pueden ser ingeridos en la dieta y con ellos el mercurio que contienen que va acumulándose en nuestro organismo.
No debes suprimir el consumo de pescado
En la actualidad, el principal riesgo para el ser humano en cuanto a la ingesta de mercurio se encuentra relacionado con el consumo pescado, ya que el agua del mar contiene mercurio procedente principalmente de la contaminación por parte de la industria. Todo el pescado acumula mercurio en mayor o menor cantidad por lo que durante el embarazo debe de limitarse su consumo, sobre todo los pescados que lo acumulan en mayor cantidad como son: la caballa, el pez tiburón, el atún o el pez espada.
Al contrario de lo que pudieran pensar muchas gestantes, no debe de eliminarse la ingesta de pescado durante el embarazo, ya que a pesar de poder contener mercurio, también aporta proteínas de gran valor biológico y ácidos grasos omega 3 con importancia en el desarrollo embrionario. Por ello, debe de limitarse la ingesta de pescado en las gestantes, no contraindicarlo, sobre todo, aquellos que acumulan mayor cantidad de mercurio.