Síntomas en el octavo mes de embarazo
Cambios en la madre
Aunque pueden aparecer desde el segundo trimestre, durante este mes puedes notar con cierta frecuencia que tu útero se endurece ocasionalmente. Se trata de las contracciones de Braxton Hicks, que se caracterizan por ser esporádicas, impredecibles y de baja intensidad, por lo que en general son indoloras. No deben asustarte, ya que su aparición es completamente fisiológica. Piensa que el útero no deja de ser un músculo que tiene que entrenarse para el duro ejercicio que le espera durante el parto. Al final de este mes puedes notar que estas contracciones llegan a aparecer cada 10 ó 20 minutos incluso ocasionando algunas molestias, provocando el denominado falso trabajo de parto.
Notarás que aumenta considerablemente la hinchazón (edema) de los pies, sobre todo al final del día. Empeora si pasas mucho tiempo de pie o sentada sin moverte y mejorará si caminas o si pones los pies en alto. Se debe a que el útero tiene un gran tamaño y dificulta el retorno venoso al comprimir la vena cava. No es un síntoma preocupante mientras no se asocie a edema en otros territorios como las manos o la cara, tal como ocurre en la preeclampsia.
Debido a esta misma dificultad en el retorno venoso, suelen aparecer varices acompañadas de pesadez en las piernas. Para mitigar su aparición conviene que des paseos cortos, uses zapatos cómodos de tacón bajo, te apliques duchas alternando agua fría y tibia y te pongas medias elásticas de compresión fuerte (que te puede recetar tu médico).
Probablemente percibas un aumento en las secreciones vaginales, que tienen un color blanquecino y espeso. Se trata de una secreción normal que ayuda al control de la flora bacteriana vaginal y que no tienes que confundir con una rotura de bolsa.