Desarrollo fetal en el segundo mes de embarazo

El corazón empieza a latir hacia la quinta semana, aunque todavía no maneja sangre. Al principio el corazón es un tubo como un vaso sanguíneo más, pero va sufriendo sucesivos repliegues hasta formar las dos aurículas y los dos ventrículos que lo componen junto con sus válvulas comunicantes, lo cual sucede al término de la séptima semana.

A las 5 semanas ya se forma la tráquea y los esbozos pulmonares. Estos esbozos se van ramificando hasta dar forma a los pulmones hacia la semana 8, aunque todavía faltan los alvéolos y ciertas sustancias necesarias para su distensión. La maduración pulmonar definitiva que permite la respiración no se producirá hasta el octavo mes.

En este periodo también se forma el aparato digestivo. Como sucede con el corazón, al principio es un tubo (semana 4-5) que se va dilatando por algunas regiones y plegando por otras. En la octava semana ya se han formado estructuras como el esófago, estómago, duodeno, hígado, páncreas, intestino delgado, colon y recto. Durante estas semanas, parte del contenido intestinal se sitúa todavía fuera del abdomen (hernia umbilical fisiológica).

Hacia la sexta semana aparecen los esbozos de los brazos y piernas. Comienzan a distinguirse los ojos, aunque en situación bastante más lateral a la definitiva. El cuerpo se encuentra plegado sobre sí mismo, de manera que la cara está tocando el tórax y el abdomen.

Entre la séptima y octava semana comienza a distinguirse la nariz en su lugar definitivo así como los procesos auditivos. En la octava semana aparece ya los dedos en manos y pies.

También durante estas semanas se desarrollan, en íntima relación, los aparatos urinario y genital. Todavía no se puede diferenciar a qué sexo corresponden los genitales externos.

Al final de este segundo mes el embrión ya alcanza los 2 cm y pueden identificarse en él los principales caracteres externos del cuerpo.