Cribado combinado o cómo detectar defectos cromosómicos
Síndrome de Down, la malformación genética más común
Se sabe que cuanto mayor es la edad materna de la embarazada, aumenta en mayor medida el riesgo de tener hijos con defectos cromosómicos como el síndrome de Down (o trisomía 21). El riesgo de tener un hijo con síndrome de Down es el siguiente, si tenemos en cuenta la edad de la madre:
Edad materna (años) | Riesgo (1 caso de cada X embarazos) |
---|---|
20 | 1/1000 |
35 | 1/250 |
45 | 1/25 |
Tradicionalmente se ha explicado que a partir de los 35 años resultaba justificado realizarse una amniocentesis para descartar la existencia de problemas cromosómicos.
Actualmente, disponemos de marcadores de defectos cromosómicos que aportan una información mucho más precisa que solamente el criterio de la edad. Ya se ha hablado antes de la translucencia nucal (o pliegue nucal), que es el más potente. Mejor aún es la unión de la medida de translucencia nucal con marcadores bioquímicos y la edad materna, que se consigue a través de programas informáticos que combinan la información de los diferentes marcadores para ofrecer un riesgo de cromosomopatía para cada mujer.
El que más se practica por su eficiencia, sencillez y precocidad es el cribado combinado del primer trimestre, que combina los datos maternos con la translucencia nucal y marcadores bioquímicos (PAPP-A y β-hCG) para ofrecer un riesgo de defectos cromosómicos antes de la semana 14. Su sensibilidad (capacidad de detección) se sitúa en torno al 90% para una tasa de falsos positivos (padres asustados) del 5% que mejora ostensiblemente el 30% de sensibilidad con un 15% de falsos positivos que se obtiene utilizando como criterio la edad materna.
Además de este cribado, que se realiza en todas las consultas de Obstetricia, hoy la ciencia ofrece otro método de descubrir si el bebé padece algunas las enfermedades cromosómicas (las más frecuentes). Se basa en una sencillo análisis de sangre, que se tiene que realizar en la semana 10 de embarazo. Una vez extraída una muestra de sangre a la madre, y por complejos métodos analíticos, se detectan cromosomas fetales en ella. De esta forma se puede saber si el feto está sano o sufre síndrome de Down, de Patau, de Edwards, su sexo, y si tiene alguna anomalía en los cromosomas sexuales. Esta prueba, actualmente no está cubierta por la sanidad pública y tampoco está incluida en las prestaciones de muchas aseguradoras.
Si te has retrasado por cualquier causa con el control de tu embarazo y no has llegado a tiempo para realizarte este cribado antes de la semana 14, tampoco debes preocuparte en exceso. Existen otros cribados en el segundo trimestre y también marcadores ecográficos con los que se podrían sospechar problemas cromosómicos antes de la semana 22 casi con la misma eficacia que en el primer trimestre.