Por qué se realiza un legrado y cómo es la recuperación
Se trata de una sencilla intervención para extraer tejido del útero
Cuando una mujer sufre un aborto espontáneo en los primeros tres meses de embarazo es frecuente que el médico realice un legrado para extraer el embrión. Así el útero se prepara para el siguiente embarazo. Seguramente has oído en más de una ocasión que a una amiga, conocida o familiar perdió el bebé que esperaba y le hicieron un legrado. Si quieres saber en qué consiste esa intervención y cómo es el proceso de recuperación, sigue leyendo.
Qué es y cómo se realiza un legrado
“El legrado es una intervención quirúrgica que realizamos los ginecólogos para extraer el endometrio, que es la mucosa que recubre el útero por centro”, nos explica la doctora Carmen Martín Blanco, ginecóloga adjunta del Hospital Nuestra Señora del Rosario, de Madrid. En el ciclo menstrual el endometrio se prepara para alojar al embrión. Es el proceso que se conoce como implantación. Cuando no hay embarazo, ese tejido endometrial se desprende causando una hemorragia: la menstruación. Con el legrado, lo que se hace es retirar esa capa superficial, por diferentes motivos, que veremos más adelante.
Se trata de una sencilla intervención que se suele realizar con anestesia general. “En general se duerme a la paciente. No precisa intubación porque se tarda muy poco, pero normalmente por comodidad se duerme a la paciente”, señala la doctora Martín Blanco. Efectivamente, es una intervención que suele durar unos 15 minutos.
El legrado, paso a paso
El procedimiento de esta intervención quirúrgica, que realiza el especialista en Ginecología, es el siguiente:
- Primero se dilata el canal cervical del útero con la ayuda de un instrumento llamado espéculo. “Algunos médicos prescriben a la paciente prostaglandinas para reblandecer el cuello del útero y favorecer la entrada de los aparatos que se utilizan en el legrado”, comenta la ginecóloga del Hospital Nuestra Señora del Rosario.
- No es una práctica rutinaria, ni los manuales dicen que sea necesaria, pero hay médicos que lo prefieren para que sea más sencillo.
- A continuación, se introduce dentro del útero una especie de cucharilla o legra que “raspa” esa capa interna del útero
- También la capa interna del útero se puede eliminar por aspiración. En este caso, “se introduce unas cánulas de aspiración mecánica”, señala la experta. “Luego, normalmente, se suele raspar un poco”, añade.
Legrado, por qué se hace
El legrado, como nos explica la doctora Martín Blanco, se realiza para retirar el tejido endometrial por diferentes motivos:
- Vaciar el útero. Por diversas situaciones, pero la más común ocurre cuando se ha producido lo que los médicos llaman un aborto espontáneo retenido. Se produce cuando el bebé por desgracia muere en el transcurso de los primeros tres meses de embarazo, pero el organismo de la mujer no lo expulsa y hay que extraer el embrión, las incipientes bolsa amniótica y placenta. También, cuando tras el parto han quedado adheridos o no algunos restos de la placenta. En ambos casos, es necesario extraer esos tejidos, ya que pueden causar una importante infección.
- Para recoger muestras de tejido endometrial para analizarlas. Cuando hay sangrados uterinos anormales.
- Tratamiento para sangrados uterinos abundantes. El legrado permite extraer el endometrio y analizarlos para tratar de descubrir qué causa esos sangrados, pero también puede ser un tratamiento en sí mismo.
- Tratamiento de menstruaciones irregulares: como en el caso anterior permite analizar el endometrio y quizás saber qué provoca que la mujer tenga sangrados en medio del ciclo, por ejemplo.
Otras indicaciones del legrado
En el tratamiento de pólipos uterinos. Son células benignas que crecen en exceso en el endometrio o en el cuello del útero, que a veces provocan sangrados irregulares o abundantes. Lo habitual es que se extirpen mediante una histeroscopia, un instrumento con una diminuta cámara que permite ver el útero por dentro. Pero en ocasiones el médico emplea el legrado.
También puede utilizarse para extraer un DIU que ha quedado por algún motivo incrustado en la pared uterina.
Otra indicación posible es la realización del llamado aborto terapéutico o voluntario antes de cumplirse los tres primeros meses de gestación.
Cuidados y recuperación: el día después
Como ya hemos comentado se trata de una intervención muy sencilla, tanto que incluso si la mujer se encuentra bien puede hacer vida normal ese mismo día.
- Lo normal, como nos dice la doctora Martín Blanco, es que “en las primeras 48 horas note dolores de cólico, similares a los de la regla”.
- También se produce un sangrado vaginal que puede durar hasta un mes. Hay que tener presente en esta ocasión conviene no usar tampones. Tampoco conviene tener relaciones sexuales hasta que ese sangrado cese.
- Alrededor de un mes después del legrado, la mujer tendrá su regla normal. “Pero puede ser un poco variable”, añade la doctora Martín Blanco.
Riesgos de la operación
“Es una intervención menor pero como cualquiera tiene sus riesgos. En principio es un procedimiento de rutina con una tasa de riesgo muy baja.”, nos comenta la doctora Carmen Martín Blanco. La más importante es la perforación uterina, que ocurre cuando el instrumento empleado rasga el útero que provoca un sangrado abundante.
En estos casos conviene acudir a un centro sanitario que valore la situación. También se debe acudir si aparece algún síntoma de infección como fiebre, cólicos muy fuertes o flujo vaginal con mal olor.
¿Cuánto hay que esperar para el siguiente embarazo?
La pregunta es muy frecuente en todas las revisiones ginecológicas tras un legrado por un aborto: cuándo se puede volver a intentar el embarazo. La doctora Carmen Martín Blanco nos la responde: “Se podría quedar embarazada en el siguiente ciclo menstrual, pero existen estudios que aconsejan esperar una regla para que el endometrio se recupere del todo y haya menos riesgo de aborto”.