Alergia y asma en el embarazo: cómo aliviar los síntomas
Cómo evitar que una reacción alérgica afecte al bebé
Embarazo y alergia respiratoria es un binomio complicado para muchas mujeres. A los síntomas de la gestación se suman los de la alergia. ¿Eres de las que un paseo por el campo (da igual la estación del año, pero más en primavera) conlleva que la nariz se le congestione, los ojos se le inunden de lágrimas y le falte el aire? ¿Qué ocurre en el embarazo si eres alérgica? ¿Empeoran los síntomas?
Algunas mujeres notan que sus síntomas mejoran. Si perteneces a este grupo… ¡enhorabuena! Durante estos meses te vas a librar del moqueo constante, los estornudos los ojos llorosos o, incluso, del asma, si la padeces. Pero si se mantienen o empeoran, tranquila, porque te vamos a contar qué puedes hacer.
Los síntomas de la alergia ¿empeoran con el embarazo?
El embarazo es la etapa ideal para pasear por el campo o el parque rodeada de una naturaleza mientras el bebé se mece en la tripa de mami... Sin embargo, esta estampa idílica es impensable para muchas embarazadas porque a lo largo de la caminata no dejarían de estornudar, moquear, lagrimear o, lo que es peor, notar sensación de ahogo. Y es que para muchas el aire libre y la naturaleza conlleva a lo largo del embarazo los incómodos síntomas de la alergia.
La alergia es una hipersensibilidad a una sustancia (alérgeno) que si se inhala, se ingiere o se toca produce unos síntomas característicos o reacciones alérgicas. Estas reacciones pueden ser diferentes, desde un simple (aunque incómodo) picor nasal, acompañado de estornudos, al asma u obstrucción de las vías aéreas. Y los alérgenos, innumerables. Los más frecuentes, el polen de las plantas (por eso en la primavera es cuando más se producen), el ácaro (un diminuto animal que vive en el polvo) y el pelo de los animales.
Si estás embarazada y padeces alergia respiratoria, los síntomas pueden resultar muy molestos. Aunque quizás con la gestación mejores. “Un tercio de las mujeres mejora con el embarazo, otro tercio empeora y otro tercio sigue igual. Lo que indica que aunque sabemos que el sistema inmunitario se modifica con la gestación aún no sabemos con exactitud en qué medida y a qué proceso afecta”, nos explica el Dr. José Luis Prieto, ginecólogo del Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario, de Madrid. Pero cuidado, nos estamos refiriendo a la alergia respiratoria. Porque si eres alérgica a algún medicamento o a un alimento tu alergia continuará. El embarazo no te va a curar. Así que no los consumas.
"¿Qué pasa si estoy embarazada y soy alérgica?": resuelve tus dudas
Tanto si notas que tu alergia mejora como si empeora avisa a tu médico de que eres alérgica y concierta una visita con tu alergólogo. Él te dará las pautas a seguir.
¿Me puedo vacunar?
Hoy muchas personas alérgicas están tratadas con inmunoterapia: periódicamente se inyectan cantidades de alérgeno, cada vez superiores, para inducir cierta inmunidad.
Si es tu caso, no hace falta que interrumpas su tratamiento. Eso sí, siempre muy vigilada por tu alergólogo y ginecólogo.
¿Me medico?
Tener la nariz taponada es muy incómodo, pero no grave. Bien diferente es si la alergia te provoca crisis asmáticas. En este caso, ten en cuenta que puede afectar al oxígeno que le llega a tu bebé
Durante un ataque de asma, el organismo de la mujer recibe poco oxígeno: la mucosa bronquial que recubre los conductos respiratorios se inflama y se produce un moco espeso que obstruye los conductos de las vías aéreas. Como consecuencia, los músculos que rodean estos conductos se contraen y estrechan y complican la respiración. Esto ya es un problema en cualquiera, y más en la embarazada, que debe proporcionar oxígeno al bebé que crece dentro de su útero.
¿Cómo afecta el asma al embarazo?
“No solo puede recurrir a los fármacos que toma habitualmente para controlar el asma , sino que debe recurrir a ellos
Evidentemente si puede afectar porque al disminuir el oxígeno que es capaz de recibir la madre también disminuye el que recibe el feto. Por ello al tratar una crisis asmática grave hay que controlar también cómo va el latido fetal.
Lo ideal es evitar que se llegue a producir la crisis asmática poniendo el tratamiento que se recibe al aparecer los primeros síntomas”.
Dr. José Luis Prieto Alonso, ginecólogo del Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario.
La medicación debe ser controlada y la mujer no debe automedicarse. Consulta con tu alergólogo y tu ginecólogo la medicación que debes seguir para tratar tu alergia y que no afecte al desarrollo de tu gestación ni al bebé.
¿Qué pasará en el parto?
Tu rinitis alérgica, o incluso el asma, no tienen porque afectar al momento del nacimiento de tu bebé y los especialistas confiesan que nunca se han encontrado con una crisis de asma a lo largo de un parto.
¿Podré dar el pecho a mi bebé aunque me medique contra la alergia?
Una vez que nazca tu hijo, coméntale a tu alergólogo y al pediatra si puedes tomar tu medicación aunque le des el pecho. “La medicación pasan por la leche materna, aun así se recomienda siempre la lactancia materna. La lactancia materna mejora las posibilidades de que el hijo no sufra alergia Como prudencia, cuando hay que tomar medicamentos hay que intentar ingerirlos inmediatamente después de dar de mamar para que haya disminuido la concentración en la leche materna para la siguiente toma", comenta el Dr. Prieto.
¿Síntoma de embarazo o alergia?
“Hay dos situaciones que son frecuentes en el embarazo: la congestión nasal, que provocan los cambios hormonales, y los picores de la piel, que se podrían confundir con síntomas alérgicos”.
Dr. José Luis Prieto Alonso, ginecólogo del Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario.
Cómo diferenciarlo
- El embarazo provoca un aumento del flujo sanguíneo en la nariz, faringe y vías aéreas inferiores. Por eso aumenta la congestión nasal. Esta congestión se da a lo largo del embarazo y en todo momento, no solo cuando te encuentras en el campo o limpiando el polvo.
- El picor o prurito es muy frecuente en la gestación. Si además percibes que te aparecen unos granitos o sarpullido, consulta con el médico, pues en este caso sí que puede ser una alergia de contacto.
Consejos para controlar tu alergia
- Evita lo que provoca tu reacción alérgica. Si tienes alergia al polen no pasees por el campo en la época de polinización sobre todo si hace viento.
- Cuando viajes en coche sube las ventanas y pon filtros antipolen en el aire acondicionado.
- En primavera ventila la casa solo entre 10 y 15 minutos al día.
- Elimina el polvo de la casa con aspiradora o trapos húmedo. Y mejor que sea otra persona la que lo haga. Evita las escobas, los plumeros y los cepillos.
- La ropa de cama debe lavarse a menudo.
- La decoración de la casa cuanto más simple mejor: pocas cortinas, sin alfombras, moquetas o paredes enteladas.
- Ahora no debes fumar ya que provoca retraso en el crecimiento del feto, pero además el humo del tabaco es un irritante importante de las vías respiratorias.
"Si soy alérgica, ¿mi hijo tendrá alergia?"
Si eres alérgica y estás embarazada te preguntarás si tu hijo heredará tu alergia. Debes saber que lo que se hereda es la predisposición, no la alergia en sí misma. Cuando uno de los progenitores es alérgico las probabilidades de que su hijo lo sea son del 30 por ciento; si lo son los dos, del 50; y si ninguno de los dos padece alergia es del 13 por ciento.
"Las enfermedades alérgicas más que hereditarias lo que tienen es lo que se llama carga familiar, es decir, si ambos padres tiene algún tipo de alergia o un hermano mayor la tiene se considera que el feto o el recién nacido tiene alto riesgo. En este caso se recomienda, siempre en la medida de lo posible, parto vaginal mejor que cesárea y lactancia natural mejor que artificial. Ambas situaciones hacen que el bebé esté relacionado con una microbiota más variada y esto parece influir en minimizar el riesgo de alergia".
Dr. José Luis Prieto Alonso, ginecólogo del Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario.