Embarazada y con catarro, ¿no puedo tomar nada?

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embarazada con catarro
25 Sep 2012

Estamos entrando en una época donde las frías temperaturas de primera y última hora del día, se pelean con los calurosos momentos centrales de nuestra jornada laboral. En condiciones normales, no pasaría nada, porque tienes un montón de ropa de entretiempo en tu armario queriendo salir para demostrar que tú también puedes ir a la moda.

Pero en estos momentos, en los que tu embarazo es la prioridad, la indumentaria que tienes puede ser un poco más limitada y debes intentar hacer todo lo posible para no caer en el tremendo bache estacional del catarro. Lo ideal es ir siempre con algo que te quite el frío: una chaqueta, un pareo, algo que puedas ponerte rápidamente y que no te ocasione un gran estorbo cuando tengas que sacar el abanico en el metro.

Pero, si ni por esas consigues huir del comienzo del otoño, y aparece la congestión nasal, los dolores de cabeza, el malestar general con las molestias articulares… no desesperes. Lo primero que se debe hacer es identificar claramente que en los momentos de mayor malestar no presentas fiebre o elevación de la temperatura. Por lo tanto, no dudes en ponerte el termómetro en la axila en esas ocasiones para, en caso de aparecer, acudir a tu médico de atención primaria para que te examine. Pero si no tienes fiebre, entonces puedes paliar los síntomas en tu casa; comprobarás que no es tan difícil.

Reposo, vitamina C y termómetro 
Cuando el catarro llega a una embarazada, en primer lugar se precisa encontrar en reposo, en un lugar con una correcta ventilación y temperatura. A continuación, la ropa que se lleva no debe generar mucho calor, porque puede empeorar la sensación de malestar corporal y congestión cefálica. La hidratación es fundamental: los obstetras somos muy insistentes con la ingesta de líquidos, primordialmente agua, pero en este caso es imprescindible, puesto que permite disminuir la congestión nasal, la sequedad de garganta, la irritabilidad uterina -que puede venir asociada a cuadros de tos-, mitiga los cuadros tusígenos…

También es importante incrementar la ingesta de vitamina C en la alimentación, tanto para la prevención como para el tratamiento de los cuadros catarrales de la embarazada. Al igual que el uso de miel, sin abusar en cuanto a cantidad, puesto que palia y alivia las molestias de la garganta.

Sin embargo, cuando todas las medidas anteriores se llevan a la práctica y no notas mejoría en tu estado, no te desanimes. Y a la pregunta: "¿No puedo tomar nada?", la contestación es rotunda y contundente: sí puedes. Y además, en cuadros severos es preciso tomar medicación. Estos fármacos siempre deben ser pautados por tu médico de atención primaria o ginecólogo, y se basan en los analgésicos/antipiréticos como el paracetamol e incluso jarabes contra la tos, cuando ésta es tan molesta que limita la calidad de vida de la paciente.

Los antibióticos, exclusivamente, se deben prescribir cuando existe un proceso infeccioso, originado por bacterias y no por virus, asociado; por consiguiente no tomes estos fármacos por tu cuenta, puesto que se pueden crear resistencias que podrían dificultar el empleo de los mismos en el momento del parto. Por consiguiente, lo más importante es intentar no resfriarse por los cambios de temperatura propios de esta época del año. Cuando ya no lo podemos sortear, hay que hacer frente con todo el arsenal terapéutico que nos permite tu embarazo.