El empleo de la tecnología en la fertilidad
En la fertilidad parecía que todo estaba descubierto y que la tecnología poco podía ofrecer: los cambios hormonales que dan origen al ciclo menstrual son de una determinada manera y momento, y de ahí no salen, pero sí que es cierto que cuando una mujer está buscando una gestación los días se convierten en una auténtica carrera de fondo, para conocer si estamos en los días previos a la ovulación o en la propia ovulación o ya no tenemos nada que hacer. Tanto es así, que condiciona las relaciones sexuales con nuestras parejas, puesto que el objetivo último es quedar embarazada.
Hoy la tecnología se pone a nuestros pies y nos da herramientas cómodas que nos permiten conocer el momento de máxima fertilidad, bien sea por los días del ciclo menstrual o por la toma de la temperatura corporal, el llamado test basal, mediante termómetros especiales, a través de aplicaciones en los teléfonos móviles. Estos hechos pueden facilitar la tarea, puesto que lo puedes consultar en cualquier momento de tu día a día, en casa, pero también cuando estás trabajando, en el metro o el autobús o viendo la televisión.
Atención a la tasa de fiabilidad
Pero es preciso conocer la tasa de fiabilidad de dichas aplicaciones, puesto que, aunque son fácilmente utilizables, las pruebas que se realizan antes de comercializarlas, se llevan a cabo en condiciones ideales que no son las mismas que las de nuestro día habitual. Por otro lado, los termómetros empleados pueden no ser tan fiables como los de uso común, por tanto, aunque es un avance que se encuentra a nuestra disposición, hay que tener cuidado en su empleo.
Por otro lado, conviene ser precavida, fundamentalmente, si se usan dichas aplicaciones como método de control de la natalidad, puesto que su teoría se basa en el, ampliamente conocido, método Ogino, de control de la temperatura corporal, y tanto dicho método, como la aplicación, no asegura una eficacia elevada.
Hay que subirse al tren de los avances tecnológicos, por supuesto, pero con la precaución de la sensatez y la lógica de la ciencia y la cultura existente desde hace mucho tiempo. Y, por último, siempre que se utilizan estas aplicaciones, es recomendable comentarlo con el especialista, para que conozca de su uso y pueda aconsejar sobre su empleo.