Contacto piel con piel tras el parto, imprescindible
La piel es el órgano más grande del cuerpo humano. Además nos protege de los agentes externos de la vida cotidiana. Por otro lado, nos permite tener el sentido del tacto y poder percatarnos de la rugosidad o no de un material, de la temperatura fría o caliente de algo o de alguien, y nos ayuda a conseguir una correcta termorregulación, mediante la sudoración, que aunque a veces es desagradable, es necesaria para tu cuerpo.
Por tanto, de todo lo anterior, podemos extrapolar la idea de la importancia que tiene nuestra piel y la piel de nuestro bebé para poder vivir sanos.
Pero la piel es mucho más que un órgano físico, es también la vía para comunicarnos con la gente que nos rodea, nuestra pareja, nuestra familia, nuestros amigos o compañeros de trabajo. Permite expresar sentimientos, con un simple roce en la mano, o demostrar un apoyo incondicional con un apretón de manos. La piel es… ¡mucho más!
Piel con piel: un paso más allá
No penséis que somos dermatólogas. No, somos obstetras y ginecólogas, pero cada día nos parece más importante este vestido incondicional que nos protege y recubre.
Con esto queremos llegar a demostraros la importancia que tiene un paso más en la Obstetricia, que se está intentando instaurar en la mayoría de los hospitales: el contacto piel con piel entre madre e hijo nada más nacer, y, si este es totalmente imposible, entre el padre y el hijo.
Este contacto consiste en que nada más nacer el bebé, la matrona o ginecólogo le coloca sobre la parte central de tu tórax y él/ella mismo/a va reptando poquito a poquito, para llegar a tu pecho y, en algunas ocasiones, incluso llegan a engancharse por primera vez al pezón. El proceso en sí es tan sencillo, como os lo hemos explicado, sin limpiar al bebé, sin separarle de ti para pesarle, se coloca encima de la madre y… ¡a disfrutar los dos!
Los beneficios del contacto piel con piel
No sólo es bonito, sino necesario para dar calor al bebé, tan importante en sus primeras horas de vida; para darle protección, puesto que pasa de un medio conocido como es tu vientre, al enorme mundo exterior; y el estar con sus papás le va a dar seguridad. Además, en esta posición él/ella va a escuchar los latidos de tu corazón tan próximos, como los escuchaba cuando estaba dentro de ti.
Es decir, todo es bueno para el bebé, siempre y cuando en el parto haya ido todo bien y no sea necesaria una valoración pediátrica tras el nacimiento en ese caso, se podría iniciar el contacto piel con piel tras la misma.
Crea un vínculo afectivo
También cada piel tiene un olor característico y en este periodo de tiempo, las dos primeras horas al nacer, el bebé tiene un periodo sensitivo especial que permite identificar el olor de su mamá o de su papá, en su defecto, creándose de esa manera un vínculo afectivo especial entre ambos.
La verdad es que es un momento precioso que, si te es posible, es maravilloso vivir y con unos beneficios estupendos para tu bebé y para su relación contigo y con tu pareja. ¡Disfruta del momento de tu parto!