¿Se puede prevenir la cesárea?

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¿Cómo se puede prevenir la cesárea?
24/10/2025

Durante los últimos años, el número de cesáreas ha aumentado de forma significativa en muchos países, incluido el nuestro. Este incremento ha despertado preguntas entre los profesionales de la salud como y las mujeres embarazadas: ¿Podemos hacer algo para reducir las cesáreas? ¿Qué puedo hacer para que mi parto no sea por cesárea?

Una cesárea no siempre se puede prevenir. En muchos casos es un acto que salva vidas y mejora el pronóstico. Sin embargo, dependiendo de la indicación, algunas cesáreas sí que se pueden prevenir.

La clave para prevenir el parto por cesárea está en prepararse durante el embarazo y en participar activamente en las decisiones que afectan al parto. No se trata de “luchar” contra la cesárea, sino de crear las condiciones óptimas para que el parto vaginal ocurra de forma segura. Como ginecóloga, mi consejo es que te informes, confíes y participes activamente en tu embarazo. Tu parto será una experiencia única: vívela desde la calma, la confianza y el respeto por ti misma.

¿Qué puedes hacer en el embarazo para prevenir la cesárea?


A lo largo del embarazo hay varias medidas que pueden ayudarte a reducir la probabilidad de necesitar una cesárea: Mantener un estilo de vida saludable, acudir a los cursos de preparación al parto o elegir un hospital para dar a luz que favorezca el parto vaginal, entre otras.

Mantén un estilo de vida saludable

El sobrepeso, la obesidad y ciertas enfermedades como la diabetes o la hipertensión aumentan el riesgo de complicaciones en el parto que pueden llevar a una cesárea. Por eso es importante:

Infórmate y participa en tu preparación al parto

Conocer el proceso del parto, las fases por las que pasarás y las distintas opciones de manejo te ayudará a tomar decisiones informadas y a reducir el miedo. Apúntate a clases de preparación al parto, pregunta tus dudas y habla con tu matrona o ginecóloga sobre tus expectativas. Un parto informado suele ser un parto más tranquilo.

Elige un entorno que favorezca el parto vaginal

Cada hospital o centro tiene su propio enfoque en la atención al parto. Algunos son más intervencionistas, otros promueven el parto respetado. Un entorno que respete los tiempos fisiológicos del parto y apoye a la mujer suele asociarse con menos cesáreas. Si tienes posibilidad de elegir, infórmate sobre:

  • La tasa de cesáreas del hospital.
  • Si permiten la movilidad durante el trabajo de parto.
  • El uso de epidural y otras medidas de alivio del dolor.
  • Si fomentan el parto vaginal tras una cesárea anterior.

Evita la inducción del parto innecesaria

En algunas ocasiones, es necesario inducir o provocar el parto por motivos médicos, como por ejemplo si el embarazo se prolonga más de lo recomendable o existen circunstancias que hacen aconsejable adelantar el nacimiento. La inducción es una práctica segura cuando está bien indicada y supervisada.

Lo importante es contar con un equipo médico de confianza y comprender el motivo por el que se recomienda provocar el parto. No dudes en preguntar por qué se propone la inducción, cuáles son los métodos que se van a utilizar y qué puedes esperar del proceso. Estar bien informada te ayudará a vivir el parto con tranquilidad y seguridad, sabiendo que las decisiones se toman pensando en lo mejor para ti y para tu bebé.

Factores que durante el parto que también influyen


Además de lo que hagas durante el embarazo, el modo en que se maneje el trabajo de parto es fundamental.

Cada parto tiene su propio ritmo

Ten paciencia. Es importante recordar que no todos los partos avanzan al mismo tiempo. En muchas mujeres, especialmente en las primeras horas, la dilatación puede progresar lentamente sin que ello signifique que algo vaya mal. Si tanto la madre como el bebé se encuentran bien, no hay motivo para apresurar el proceso.

Lo más recomendable es mantener una comunicación abierta con los profesionales que te acompañan, confiar en su experiencia y permitir que el parto evolucione de forma natural, siempre con una monitorización adecuada que asegure el bienestar del bebé.

La movilidad y la posición

Poder moverse, caminar o adoptar distintas posiciones durante el trabajo de parto favorece la dilatación y el descenso del bebé. Pregunta si el hospital permite el uso de pelotas de parto o si puedes elegir la postura para empujar. Estar en una postura cómoda y poder moverte con libertad te ayuda a sentirte más segura y a vivir el parto de una forma más positiva y consciente.

El uso de la epidural

La analgesia epidural es una herramienta muy útil y segura, pero a veces puede ralentizar las contracciones o dificultar el descenso del bebé. Habla con tu anestesista sobre las dosis y los momentos más adecuados para administrarla acorde a tu umbral de tolerancia al dolor. Un uso equilibrado puede ayudarte a mantener el control del parto sin aumentar el riesgo de cesárea.

Acompañamiento respetuoso

Sentirte acompañada, escuchada y apoyada durante el parto influye enormemente en su evolución. La presencia de una persona de confianza, de tu pareja o de una matrona que te inspire seguridad, puede marcar la diferencia.

Si ya has tenido una cesárea...


Muchas mujeres creen que, tras una cesárea, el siguiente parto debe ser necesariamente otra cesárea. Sin embargo, esto no siempre es cierto.

  • En la mayoría de los casos, es posible intentar un parto vaginal tras cesárea (PVDC), siempre que el motivo de la cesárea anterior no se repita y que el hospital cuente con los recursos adecuados.
  • El PVDC tiene una alta tasa de éxito y menos riesgos que una cesárea repetida, siempre bajo una correcta vigilancia médica.
  • Habla sobre esta posibilidad desde el inicio del embarazo para valorar si es una opción segura en tu caso.

¿Cómo prevenir la cesárea en el parto de nalgas? 


En algunos embarazos, el bebé no se coloca con la cabeza hacia abajo al final de la gestación. Los médicos lo llamamos presentación no cefálica. Es por ejemplo el parto de nalgas. En estos casos, antes de programar una cesárea, puede valorarse la versión cefálica externa, una maniobra segura que, realizada por profesionales experimentados, intenta girar al bebé desde el abdomen materno para facilitar un parto vaginal. No siempre es posible ni está indicada en todos los casos, pero puede ser una buena alternativa para reducir la necesidad de una cesárea.

En determinadas circunstancias y siempre bajo criterios muy específicos de seguridad, también puede considerarse el parto vaginal de nalgas, siempre que el hospital y el equipo médico cuenten con la experiencia y los recursos adecuados.

Virginia González González
Ginecóloga del Hospital Blua Sanitas Valdebebas y en Sanitas Alcobendas