¿Sabes qué significa que un bebé sufra microcefalia?

En los últimos meses con la alerta sanitaria mundial sobre el virus zika y su asociación con microcefalia en los bebés de las madres infectadas han disparado las preguntas de las embarazadas en nuestra consulta. La microcefalia es la condición de un bebé con la cabeza sea más pequeña de lo esperado para su edad gestacional.

Durante el embarazo se produce el desarrollo del cerebro y su crecimiento progresivo, por lo que cuando aparece una microcefalia debe de sospecharse un posible problema del sistema nervioso central. Pero como todos los problemas, existen gradaciones de la misma, desde leve a severa. Esta última es la que se puede asociar con más frecuencia a alteraciones en el desarrollo cerebral.

No es simplemente una cabeza más pequeña
Pero no podemos olvidar que como siempre existen variaciones individuales y familiares, por lo que existen muchos niños que por herencia genética tendrán una cabeza más pequeña, similar a su padre o a su madre, lo cual no conlleva ninguna alteración subyacente. Es decir, que son niños completamente normales, con una característica o un rasgo diferente o diferenciador.

El diagnóstico de la microcefalia puede producirse durante el embarazo o una vez el bebe haya nacido. Durante el embarazo, el diagnóstico se sospecha durante la exploración ecográfica del segundo o del tercer trimestre al realizar las mediciones de la cabeza del bebé. Siempre que se sospeche durante el embarazo debe de recomendarse un estudio detallado del sistema nervioso del bebé, lo que se denomina neurosonografia. Además debe de realizarse un estudio detallado del resto de la anatomía para descartar otras alteraciones asociadas, o si por el contrario se trata de un hallazgo aislado.

Por qué se produce la microcefalia
La microcefalia puede ser producirse principalmente por tres causas:

• Infecciones: las causa más habitual y entre las que se encuentra el virus zika, la rubéola, el herpes, el citomegalovirus...
• Defectos nutricionales en la mujer embarazada.
• Exposición a sustancias tóxicas o drogas, como el alcohol o algunos fármacos.

La microcefalia es una condición como tal y no tiene tratamiento, es decir, un niño diagnosticado de una microcefalia no puede someterse a ningún tratamiento para favorecer el crecimiento de su cabeza tanto durante el embarazo, como después de nacer. No debemos olvidar, que aunque ahora los medios de comunicación den mucha información sobre esta alteración, es una alteración muy infrecuente, que afecta a menos de 12 niños por cada 10.000 nacimientos, en los casos más severos.