Embarazada y con quistes ováricos, ¿es peligroso?
Es frecuente que mujeres embarazadas presenten preocupación por el diagnóstico ecográfico de un quiste de ovario y esta preocupación es mayor cuando se produce el diagnóstico justo durante el embarazo.
Los llamados quistes ováricos son colecciones de líquido o de otras sustancias que se ven durante la realización de una ecografía. Estos quistes pueden ser muy variados ya que pueden estar rellenos de líquido o sangre, de pelos, grasa y (incluso dientes en el caso de los teratomas). Pueden ser sólidos o pueden ser simplemente funcionales. Estos últimos llamados habitualmente quistes funcionales se refieren a toda imagen que se ve ecográficamente y que es una correspondencia con un proceso fisiológico normal.
Antes y durante la ovulación: los folículos crecen
Durante el periodo fértil de una mujer el ciclo ovárico permite cada mes, que de un grupo de folículos que están presentes en el ovario desde el nacimiento, crezca de forma selectiva uno de ellos, que se transforme en el folículo prioritario y finalmente acabe rompiéndose para expulsar un ovocito susceptible de ser fecundado. Éste proceso es el que corresponde con la ovulación y habitualmente se realiza a mitad de ciclo. Si una mujer que acude a una revisión ginecológica o se realiza una ecografía por cualquier otra causa, pueden objetivarse que presenta una imagen quística en el ovario en los momentos cercanos a la ovulación. Dicha imagen no es responsable de ninguna patología. Por ello, la mayoría de los casos para confirmar que no es simplemente una ovulación, debe repetirse la ecografía en un tiempo prudencial que suele ser 2 o 3 meses.
El embarazo produce una "imagen quística"
Cuando una mujer queda embarazada, esa imagen quística tras la ovulación se transforma en el denominado cuerpo amarillo o cuerpo lúteo. Su función es la secreción de progesterona que permite que el endometrio se transforme en un nido perfecto para la llegada del embrión y que permita su nutrición adecuada hasta que la placenta esté completamente formada y madura. La función del cuerpo lúteo se mantiene durante todo el primer trimestre y es a partir del segundo trimestre cuando la importancia de esta función disminuye. ¿Cómo se detectan los quistes?
- Durante la ecografía en el primer trimestre puede objetivarse una imagen en uno de los ovarios que corresponde con este cuerpo lúteo y por lo tanto es una imagen completamente normal y necesaria en todos los embarazos.
- El problema se presenta cuando la mujer siente dolor o molestias en la zona en la cual se encuentra este cuerpo lúteo. Esto se explica porque en ocasiones éste crece un poco más de lo habitual (más de 5 centímetros) y este crecimiento puede producir molestias en la zona, pinchazos, o incluso dolor moderado.
- También puede ocurrir que exista un pequeño sangrado dentro del propio cuerpo lúteo, que aunque no produce ningún riesgo para el embarazo sí que puede empeorar las molestias en estas primeras semanas.
- Por último existe la posibilidad de que este quiste se torsione, es decir, gire sobre sí mismo, produciendo una estrangulación de los vasos que le irrigan y producir dolor más intenso que habitualmente es de carácter intermitente. Aunque esta complicación es poco frecuente, es posible que ocurra, y puede incluso ser necesaria una intervención quirúrgica.
Quites ováricos: normalidad y signos de alarma
En resumen, toda mujer embarazada tiene un quiste en el ovario durante el primer trimestre. Habitualmente desaparece durante el segundo, y en este tramo temporal su visualización sería completamente normal. No obstante, hay ocasiones en las que los quistes pueden complicarse. ¿Cómo se detectan? Habitualmente se manifiestan con dolor de moderado a intenso pero no suelen afectar a la evolución del embarazo normal.