Qué hormonas "activan" el parto y la lactancia materna
En un "post" anterior, hablamos detalladamente acerca de las hormonas implicadas en el proceso del embarazo, y hoy nos centraremos en las hormonas que hacen posibles el parto y la lactancia materna. En el organismo de la mujer deben producirse numerosos cambios en tiempo récord para poder dar la bienvenida al mundo al nuevo ser. Y todos estos cambios, fruto de una evolución de millones de años, están orquestados y dirigidos por estas sustancias tan importantes que denominamos hormonas.
Estrógenos y progesterona, pico máximo en el tercer trimestre
A lo largo del tercer trimestre los niveles de estrógenos y progesterona están al máximo, y también la relaxina, ya que, recordemos, preparaban el organismo para el proceso del parto. Los estrógenos ayudan al desarrollo mamario y uterino. La progesterona mantiene relajado el musculo liso, y con ello al útero, y -junto a la relaxina- prepara el canal del parto para el gran momento. También producen efectos secundarios típicos de esta etapa, como retención de líquidos ("gracias" a la progesterona), molestias pélvicas, reflujo y pirosis.
Qué hormonas intervienen en el parto
Y por fin llega el gran momento, el momento del parto. Todas estas hormonas intervienen en el proceso que vas a vivir:
Estrógenos y progesterona, en caída libre
Estas hormonas bajan bruscamente antes del parto, ya que ahora ya no se precisa el efecto relajante del músculo uterino, sino todo lo contrario. Se precisa una contracción intensa para el proceso del parto.
Oxitocina, al alza para producir contracciones
La oxitocina comienza a trabajar antes del parto para preparar el útero y es la responsable de las contracciones de Braxton Hicks. Una vez que se acerca el momento del nacimiento, sus niveles aumentan y a su vez la progesterona baja y deja de inhibir la contracción uterina, produciéndose entonces las contracciones uterinas más eficaces, que hacen posible la dilatación del cuello uterino, el periodo expulsivo y el alumbramiento.
Endorfinas, nuestro anestésico natural
Aumentan de manera progresiva desde el inicio del parto y actúan como una analgesia natural, disminuyendo la intensidad del dolor. Las endorfinas son hormonas relacionadas con el bienestar y la felicidad, y sus niveles serán más elevados si la madre se siente tranquila, relajada y segura.
Adrenalina, sensación de alerta (sin excesos)
La adrenalina se libera en situaciones de estrés y miedo, para mantener al ser vivió en situación de alerta y afrontar peligros. Es una hormona que contrarresta el efecto de las anteriores, inhibiendo las contracciones y disminuyendo el flujo sanguíneo a múltiples órganos, entre ellos el útero. Por esta razón, el parto debe producirse idealmente en un lugar que aporte seguridad y tranquilidad a la madre, y así evitar la presencia excesiva de esta hormona. Es necesaria para que mamá y bebé estén en alerta tras el nacimiento, se reconozcan y adapten. También, para que empiece la succión del pezón y la lactancia materna.
Hormonas del amor: oxitocina y endorfinas
Una vez que el bebé ha nacido, la madre experimenta un momento inolvidable. Las contracciones intensas han cesado, el dolor se ha aliviado, y tiene en sus brazos al bebé. La sensación de felicidad es total, y en ello también influyen hormonas relacionadas con el bienestar y con el amor y apego al recién nacido, como la oxitocina, y las endorfinas. Además, el útero debe permanecer bien contraído para evitar la hemorragia posparto, y esta función la ejercerá fundamentalmente la oxitocina. En numerosas ocasiones, se precisa administrar esta hormona de manera externa para estimular la contractilidad uterina, durante el parto o tras el mismo.
¿Y las hormonas de la lactancia materna?
Una vez finalizado el proceso del parto, los niveles hormonales cambian de nuevo y de forma rápida para poder comenzar con la siguiente fase: proporcionar alimento, protección y apego al nuevo ser. Las hormonas principales relacionadas con el proceso de la lactancia son la prolactina y la oxitocina. Ambas se producen y secretan por la hipófisis materna.
Prolactina, esencial para la producción de leche
Responsable de la producción de leche materna. Estimula a la glándula mamaria para que produzca la leche suficiente para el recién nacido. A mayor vaciamiento mamario, mayor cantidad de leche se producirá. Y al contrario, si no se vacía el pecho de manera suficiente, mandará la señal de producir menos leche.
Oxitocina: apego del bebé, eyección de la leche materna
Responsable del reflejo de eyección (salida de la leche durante el amamantamiento), y del fuerte sentimiento de apego de la madre por su hijo. También mantendrá eficazmente una correcta contracción e involución uterina, disminuyendo los episodios de sangrado y hemorragias posparto.
Y con esto finalizamos este breve repaso de las hormonas implicadas en los procesos de embarazo, parto y puerperio. Como habéis podido comprobar, es un campo fascinante, que nos ayuda a comprender muchas cosas, y a entender el gran componente fisiológico y natural de estos procesos, fruto de muchos años de evolución de nuestra especie.